PLAYAS DE ROSARITO, MAYO 14, 2020.- Don José Antonio caminaba solitario por el Bulevar 2000, sin rumbo y cansado escuchó de pronto la voz de un hombre que le decía:

-¿A dónde va Jefe?

El hombre entrado en años llevaba una cachucha morada con un gallo de pelea estampado, camisa a cuadros encima de una sudadera, camiseta y pantalón de mezclilla con zapatos tenis de color negro y suela blanca. Traía consigo un morral de grecas azul con blanco. En la nariz una escoriación que le llamó más la atención al agente de la Secretaría de Seguridad Pública de Playas de Rosarito de una unidad 445.

-Voy, ´pa ya! -Respondió Don José Antonio al notar que se trataba de uniformados.

Bajo la instrucción del Secretario de Seguridad de Playas de Rosarito Francisco Javier Arellano, los policías aplicaron el protocolo de intervención al notar que el hombre de la tercera edad, estaba extraviado, por lo que no dudaron en llamar de inmediato a sus compañeros de la Unidad de Violencia Intrafamiliar a fin de atender al transeúnte, que dicho sea de paso, los policías notaron que contaba con 84 años de edad.

Los elementos indagaron su domicilio para ubicarlo en la ciudad de Tijuana en la denominada Ruta Matamoros.

El inminente peligro que corría Don José Antonio movió a los elementos de Playas de Rosarito detener su patrullare preventivo para ofrecerle auxilio.

Los policías, en su patrulla con toldo rosa, que los distingue en torno a su dedicación y experiencia en la atención de la familia, de inmediato se pusieron en contacto con los seres queridos de Don José Antonio y procedieron a llevarlo sano y salvo a la jurisdicción municipal de Tijuana donde efectivos de la demarcación San Antonio de los Buenos recibieron al octagenario para finalmente entregarlo con su hijo con el que vive a unos 20 kilómetros de distancia, del punto donde fue rescatado.

La familia de Don Josá Antonio agradeció a los patrulleros y a la Unidad de Violencia Intrafamiliar de Playas de Rosarito por su intervención y cuidados de su ser querido en una historia que terminó con un final feliz, pero que pudo haberse convertido en una fatalidad en un corredor sumamente peligroso para deambular.

Recomendación de la Unidad de Violencia Intrafamiliar de Playas de Rosarito: cuide a sus adultos mayores y en todo momento.