TIJUANA, SEPTIEMBRE 9, 2019.- Eran las 8:00 de la mañana cuando llegó a la casa de Playas el señor José Luis, trabajador del médico retirado Randolfo Vignali y la abogada Juanita Parra, nadie le abrió cuando llamó a la puerta por lo que se decidió a entrar ya que contaba con llaves del inmueble y al ingresar descubrió los cuerpos de la pareja maniatados y muertos.
Sus patrones: el oncólogo retirado, estaban atado de pies y manos con un cordón de nylon, blanco con azul. Los ojos cubiertos con una cinta gris, empleada para sellar ductos de aire.
El cuerpo de la abogada, también estaba en el piso igual que su esposo atada de sus extremidades y con cinta gris cubriéndole los ojos.
Fuera de la casa ubicada en la Calle Pacífico de la Sección Costa de Oro, en Playas de Tijuana el empleado dijo a la policía que llegó al domicilio porque previamente lo habían citado para que realizara reparaciones en el interior. Pero como narramos párrafos arriba al notar que nadie le abría entró al domicilio para localzarlos en el cuarto de lavado.
En la casa notó igualmente que había claras huellas de violencia por lo que no dudó en llamara a la policía y específicamente al marcar al número 911 para solicitar la presencia de la policía.
Los elementos arribaron a la escena para corroborar que el dicho del empleado era cierto y ya en el lugar encontraron más evidencia que permitirá esclarecer el hecho.
Ambos profesionistas eran reconocidos en la sociedad tijuanense por su trabajo y profesionalismo por lo que el gremio de abogados y médicos mostraron su consternación.