ENSENADA, MARZO 24, 2020. Dentro del plan para consolidar la sustentabilidad pesquera, el Gobierno de Baja California a través de la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo (SEST), participó en la instalación del Proyecto de Mejora Pesquera (FIP por sus siglas en inglés) para almeja generosa.
La subsecretaría de Pesca y Acuacultura, Celina Domínguez García, comentó que los FIP son creados para demostrar que una pesquería se realiza bajo lineamientos de control y buenas prácticas, sugeridas por la organización internacional Conservation Alliance for Seafood Solutions (CASS).
El objetivo general de los FIP´s, es lograr la sostenibilidad de distintas pesquerías en Baja California, y posteriormente alcanzar un estado certificable en el estándar del Marine Stewardship Council (MSC).
Para realizar el análisis de la pesquería, se hace la evaluación previa del MSC, además de que se obtiene información derivada de entrevistas con pescadores (visitas de campo) y actores relacionados con la actividad.
También se recurre a otras fuentes, como artículos y publicaciones científicas, de gobierno, y de diversos actores que participan en este proceso.
La funcionaria estatal señaló que el Proyecto de Mejora Pesquera de la Almeja Generosa, concentra información sobre el estado de la pesquería en Baja California.
Dicha información puede ser utilizada como herramienta en propuestas de mejora pesquera, o como un indicador para orientar hacia la certificación de la pesquería, bajo un enfoque de aprovechamiento sustentable.
“La pesca de Almeja Generosa en Baja California es reciente y atractiva, debido a su valor, pero una mala gestión y administración del recurso puede afectar su sostenibilidad, aunado a que la especie es sedentaria y de lento crecimiento”, informó.
Domínguez García se refirió también a la amenaza de la pesca furtiva, objetivo en el que el Gobierno del Estado ha estado insistiendo desde el inicio de la actual administración ante las autoridades de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA).
Respecto al impacto ambiental de esta pesquería en particular, se puede considerar como de bajo impacto, debido a que los métodos de captura son altamente selectivos y no se interfiere o afectan especies primarias, secundarias o en peligro de extinción.
Finalmente recomendó el seguimiento y evaluación continua sobre el desempeño de la gestión de la pesquería, ya que los procesos para la toma de decisiones son estratégicos y deben realizarse en corresponsabilidad.