RUSIA, JULIO 9, 2018.- Siempre es difícil de digerir la imagen de un futbolista con la camiseta del equipo rival. Sin embargo, están a los que no les quedó más remedio que el de dar el salto al enemigo, como a Raúl González, que se tuvo que mudar del Atlético al Madrid cuando Jesús Gil decidió darle un carpetazo a la cantera rojiblanca. O Franco Baresi, fichado por el Milan tras ser rechazado por algún ojeador poco espabilado del Inter. Están los casos de los que la lealtad les duró hasta que se apareció el dinero, como el de Figo. Hay otros a los que condena el archivo, ese amor de niño que quedó perpetrado en alguna foto: a nadie le extraña ver a un muy joven Gerrard con la camiseta del Everton o a José Antonio Reyes con la del Betis. Y, hay quienes solo querían la zamarra de su ídolo, como Eden Hazard (La Louvière, 27 años) y sus hermanos, Kylian y Thorgan, los tres enamorados del fútbol de Zinedine Zidane. Hazard, de niño, posaba contento con la camiseta de Francia, hoy la enfrentará por un lugar en la final del Mundial de Rusia 2018.

Si retrocediéramos a la edad media, en la época en la que los apellidos derivaban de las profesiones, los Hazard, indefectiblemente se llamarían Futbolista. El padre, jugó en la segunda división belga; la madre, en la primera. Kylian (22 años) está en el sub 23 del Chelsea; Thorgan (22), en el Borussia Mönchengladbach; y Eden es la estrella del Chelsea, líder de la selección de Roberto Martínez. Pero el mediapunta no solo buscaba ganarse la vida con la pelota como lo habían hecho sus padres. Él quería subirse al techo del fútbol mundial. “Cuando llegué a la cantera del Lille le dije a mi entrenador, Jean-Michel Vandamme, que iba a convertirme en Balón de Oro. Ese siempre ha sido mi sueño”, confiesa Hazard. Ocurre, sin embargo, que hace un década solo hay dos tipos que mandan: Messi y Cristiano. “Si me comparo con ellos yo no marco tantos goles. Y eso es lo más importante en fútbol, ganar y marcar. Siempre intento anotar, pero no es fácil”, explica. “Pero mi trabajo consiste en crear, ya sean espacios, pases o goles”.

Sociedad con De Bryune

No miente. Es el mejor asistente del Mundial (3) y al que más faltas por partido le comenten (5,3). Su sociedad con De Bruyne es la segunda mejor en Rusia (han generado 27 ocasiones). La primera era Neymar-Coutinho, con 36, ya de vuelta en Brasil. Los echó su Bélgica. Y hay quienes se animan a encumbrar su tarea ante la Canarinha como una de las mejores producciones individuales en una Copa del Mundo. Fue el que más regateó del partido (10). Neymar, por ejemplo, otro indomable en el uno contra uno, gambeteó a tres. Además, fue el que más veces tocó el balón en su equipo, 63. “He jugado grandes partidos con Chelsea, Lille y Bélgica pero, en general, el de Brasil es el mejor partido que he jugado en mi carrera”, confesó. Con la camiseta de Bélgica, ha participado en 14 goles en sus últimos 14 partidos (ocho goles y seis asistencias).

“Cuando ves como disfruta Hazard del fútbol… eso hace que se convierta en un deporte hermoso. Es un verdadero líder”, lo elogia su entrenador Roberto Martínez. El mediapunta del Chelsea, en cualquier caso, contagia a sus compañeros con su fútbol. “No es una persona a la que vayas a escuchar hablando demasiado o dando instrucciones a sus compañeros. Tiene un perfil bajo. Por ejemplo, cuando en el Chelsea había tensiones con Conte, él no se metía. Hacía su juego y punto”, cuentan desde el vestuario del club de Londres. “Ahora, en el campo, si no sabes a quien darle el balón, hay que pasárselo a Eden. Nunca se esconde”, completan desde el Chelsea.

Hace tiempo, Enzo Scifo, el fantástico mediapunta que lideró a Bélgica en México 86, lo definió así: “Hazard no es solo un buen jugador de fútbol. Es un genio”. Un genio, al que siguen de cerca el Barça y el Real Madrid. El club azulgrana mandó a uno de sus ojeadores a seguir de cerca la campaña de Hazard en el Chelsea y tantear una posible mudanza a la capital catalana. El club londinense no participará en la próxima Champions y eso motivaría al belga para dejar el Chelsea. En el Madrid gusta desde hace tiempo. Hoy, sin embargo, no es la prioridad, tras los deseos del club blanco por Neymar y Mbappé.

El futuro, en cualquier caso, está en su bota derecha. Si llega a conquistar la Copa del Mundo, su cartel se potenciará y ya se sabe cómo responde Florentino Pérez a los caprichos del marketing. Tentación de los grandes de España, a Hazard solo le preocupa el duelo ante Francia, la selección de su ídolo Zidane.

Con información de EL PAIS