MEXICALI, ABRIL 18, 2020. Con más de 40 años de trayectoria y múltiples galardones, Roberto Rosique recibió hace unas semanas el reconocimiento como Creador Emérito como parte del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico 2019-2020, por parte de la Secretaría de Cultura de Baja California, al respecto habla en entrevista sobre su obra y trayectoria.
Con exposiciones en Finlandia, España, Cuba, Perú, Colombia, Nueva York, San Diego, Los Ángeles, Chicago y la República Mexicana, la carrera del tabasqueño, radicado en Tijuana se ha consolidado también como catedrático de la UABC, escritor e investigador de la historia de la plástica en esta frontera.
Es reconocido cómo un artista multidisciplinario, pero ¿usted cómo describiría su trabajo?
Decir que soy un surrealista o un abstracto es una manera de reducir lo que yo produzco, pues es cierto que trabajo en la figuración, pero también en la abstracción.
Cada uno de mis trabajos persiguen rutas distintas que son justamente mis propias inquietudes, ahora que si tengo un cuadro enfrente te lo puedo describir desde mi perspectiva, el valor mi trabajo estriba en que refleja mi forma de pensar.
Destaca también en la escritura, la enseñanza y otras facetas ¿hay alguna que le apasione más que la otra?
En la vida he tenido la ventaja de tener oportunidades para poder desarrollarse en las competencias que me han interesado, tal vez el que mi profesión como médico me permita vivir de ella y mantener a mi familia, me facilitó desarrollar las otras disciplinas sin ninguna restricción.
Yo seguí produciendo arte sin importarme si se vendía o no porque no tenía la necesidad de depender de ello, lo mismo cuando empecé a escribir, porque tenía interés en que se conociera lo que hacíamos en la frontera, porque consideraba que escribir era una forma también de ser creativo y es un camino que sigo explorando con mayor frecuencia.
No me limito a una sola disciplina en el arte, me parece que respondo un poco a la realidad de lo que somos, somos individuos con muchísimas capacidades y tal vez no queremos darnos el tiempo o asumir esas responsabilidades de hacerlas y hacerlas bien, pero es algo que todo el mundo puede desarrollar.
¿Cómo ve a las nuevas generaciones de artistas?
Es bastante alentador, tenemos una escuela de artes en donde se están formando artistas con un futuro promisorio, en donde la teoría es fundamental en sus procesos formativos.
Sus producciones son cada vez más conceptuales, están enriquecidas por esas lecturas que tienen, el futuro en el arte en Baja California es claro, me parece que hay suficientes elementos para superar lo que hicimos nosotros.
¿Qué les aconsejaría a las nuevas generaciones?
Lo que sugiero a mis alumnos es muy elemental, si te interesa el arte tienen que leer, si no leen siguen siendo un replicador de ejercicios. Si no te preparas desde un punto de vista teórico sigues pintando lo que toda la vida se pintó y nunca vas a trascender.
La única manera de trascender es leyendo y estudiando, el arte como cualquier otra profesión requiere de la lectura pertinente para crecer en otras dimensiones, esa sería mi observación como la que les hago a mis alumnos todo el tiempo.
¿Hay alguna obra que sea su favorita o que proyecte más su sentir?
Una pregunta compleja, pues yo creo que, como los hijos, no se tienen preferidos, pero si hay un trabajo que no es que sea el predilecto pero el que me ayudó a catapultarme en el mundo es una serie titulada “Entre la necesidad y el escarnio”.
Habla de la realidad social en Baja California, de Tijuana, donde están de un lado los migrantes intentando cruzar hacia un país extraño, pero hollywoodezco, fantasioso, donde creen que van a encontrar la solución a su vida.
Esa serie fue bastante generosa para mí, pues me dio a conocer, fue un parteaguas en mi trabajo, tal vez por eso tengo cierta predilección, son obras que hice hace más de 20 años y no he vuelto a replicarlas.
¿Qué planes tiene a corto plazo?
Sigo escribiendo, tengo unos libros en puerta que espero concluir, uno de ellos es mi tesis doctoral, que es la creación de un currículum educativo para las artes, alternativo, que no tiene nada que ver con la forma que enseñamos arte, es un proyecto bastante ambicioso y espero que se entienda, se lea y que tenga un espacio mañana en el ámbito pedagógico.
Y el otro es una reflexión que hago de los últimos años del arte en Baja California que ya no veo con tanto apasionamiento como lo hice con los otros libros, sino que soy más crítico, bastante, intentando preguntarme si todo lo que dicen que hemos hecho ha valido la pena.
Para conocer las actividades de la Secretaría de Cultura se puede consultar www.facebook.com/BC.