XALAPA, VERACRUZ, ABRIL 12, 2018. El escritor y traductor Sergio Pitol murió este jueves a las 09:30 horas en la capital del estado por complicaciones de una afasia progresiva que le afectaba desde hace varios años.
A las 13:00 horas de este jueves, el cuerpo del escritor fue trasladado a la funeraria Bosques del Recuerdo.
La familia informó que el cuerpo será cremado este viernes en el transcurso de la mañana.
Laura Demeneghi, sobrina de Pitol, informó que su tío pasó una noche complicada y la mañana de este día falleció en su habitación de la casa marcada con el número 11 de la calle Pino Suárez, en Xalapa.
Su vocación lo volcó hacia la promoción de los derechos humanos en México y al cuestionamiento de orientaciones políticas que coloquen al ser humano por debajo de la razón de Estado.
Autor de las obras ‘El Arte de la Fuga’, ‘El Desfile del Amor’, ‘Nocturno de Bujara’, entre otras muchas obras, fue acreedor del premio Miguel de Cervantes en 2005.
Previo a su cumpleaños número 85, el periódico La Jornada lo visitó en su casa donde se apreciaron fotografías familiares y de sus viajes a los lugares más remotos del mundo, así como de las traducciones de sus obras al polaco, italiano y húngaro.
Desde hacía algún tiempo, Sergio Pitol se encontrada en la cuarta y última etapa de la afasia progresiva que ha impedido sus movimientos y acabó con su capacidad para comunicarse.
Pese a ello, el escritor, traductor y diplomático seguía una rutina estricta en los horarios de comida, aseo personal, masajes y suministro de medicamentos, para mantenerse en condiciones estables de salud.
Para animarlo, la familia estableció un par de horas para que escuchara ópera y se le leyeran algunos libros.
Como parte de una discreta celebración por el 85 aniversario de Pitol, Luz Fernández de Alba, a quien asesoró en su tesis de licenciatura, ofreció una charla en la sala de la casa del escritor para hablar sobre el seminario de literatura comparada que Pitol impartía cada viernes a una docena de estudiantes de maestría en la UNAM.
Luz Fernández describió a Sergio Pitol como un mentor apasionado que preparaba fichas a partir de las cuales alentaba la discusión sobre la obra de Chéjov y Tólstoi.
También lo describió como un “caballero chejoviano del siglo XIX” que se ofrecía a hacer fila en la cafetería universitaria, mientras su alumna lo esperaba en la mesa para compartir una empanada y un té.
En esa celebración, el Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) anunció una serie de actividades para homenajear al escritor a lo largo del año.
Estuvo presente su sobrina Laura Demeneghi, quien junto con Fernández de Alba, compartió un pastel de tres leches, pambazos y gelatinas con base de anís, parte del menú favorito del escritor.
Con información de La Jornada