TIJUANA, MAYO 18, 2021.- La Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica, perteneciente a la Dirección de Prevención del Delito y Participación Ciudadana, que a su vez pertenece a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM), se encarga de atender reportes y denuncias, canalizados a través de diferentes dependencias, relacionados con la violencia doméstica, también llamada intrafamiliar.
Este tipo de abuso, incluye la violencia de género, el maltrato infantil, la violencia filio parental (de hijos a padres), el abuso hacia personas de la tercera edad y la violencia hacia los hombres en el ámbito familiar y/o del hogar. Además, comprende todos los actos violentos, desde el uso de la fuerza física hasta el hostigamiento, acoso e intimidación, entre otros.
Esta Unidad Operativa recibe reportes y denuncias por diversos medios, por lo que trabaja de manera cercana con distintas dependencias e instituciones. Estos se pueden recibir en forma de llamadas y denuncias anónimas en las oficinas de la Unidad Operativa. También llegan reportes por medio de la Central de Radio de la Policía Municipal, sobre casos en que ellos son la primera respuesta, y al llegar al lugar y conocer la índole de la situación, llaman a la Unidad contra la Violencia Doméstica.
Otro canal que genera este tipo de reportes es la Línea de apoyo y orientación psicológica 075, atendida por psicólogos, quienes están capacitados para intervención en crisis, así como para tomar denuncias. Las que son pertinentes, se redirigen a la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica.
Se trabaja de cerca con el Instituto Municipal de la Mujer (Immujer), donde suelen llegar mujeres a solicitar ayuda por encontrarse en situaciones de violencia por parte de sus parejas. Cuando se requiere, la dependencia pide el apoyo de la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica para que traslade a estas mujeres a la Unidad Integral de Protección Familiar, perteneciente al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (SDIF), el cual cuenta con trabajadoras sociales, asesorías psicológica y jurídica, albergues, etc. Así mismo, apoyan con traslados a la Subprocuraduría para la Defensa del Menor y la Familia, también perteneciente al SDIF.
En algunos casos de esa índole no es extraño que las víctimas de violencia doméstica presenten síntomas de adicciones y, al tener hijos menores, estos presenten a su vez signos de maltrato infantil, descuido, condiciones inadecuadas y hasta lesiones. Por lo que se les ofrece ayuda para canalizarlas a centros de rehabilitación. En cuanto a los menores, si presentan lesiones, se realiza la búsqueda de algún familiar directo que pueda hacerse cargo, o, de no haber alguno, son canalizados al SDIF para su protección y resguardo. En este sentido resulta importante aclarar que estas mujeres siempre tienen la oportunidad de recuperar a sus hijos después de terminado su proceso de recuperación.
De acuerdo con la sección de la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica en muchos casos las mujeres no saben que existen instituciones y dependencias que las pueden ayudar, por lo que se acercan a los policías en patrullas pidiéndoles ayuda. Estos llaman a la Unidad Operativa quienes llegan al lugar en que se encuentre la víctima, la resguardan y la trasladan a la Unidad Integral de Bienestar Social, donde se les apoya según sus necesidades.
Por último, trabajan de cerca con la Fiscalía (antes Ministerio Público). Cuando se giran órdenes de protección, la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica se mantiene pendiente y realiza seguimientos y rondines de vigilancia en pro de la seguridad de la víctima.
Cabe destacar que el trabajo que realiza la unidad operativa beneficia principalmente a las mujeres al ser el grupo vulnerable más afectado. En segundo lugar se encuentran las niñas y los niños, y en tercero, las personas de la tercera edad.
En cuanto a estos últimos, se atienden principalmente casos de abandono, muchas veces incluso en la calle. Por lo que el personal de la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica los traslada a la Unidad de Bienestar Social del SDIF donde se les da atención y refugio.
En ocasiones, para poder realizar estos traslados se solicita el apoyo de la Unidad Municipal de Apoyo Social (UMAS), quienes cuentan con vehículos especializados para trasladar personas en silla de ruedas o con algún tipo de discapacidad que requiera de un transporte especial, así como de ambulancias. Entre las delegaciones que generan mayor número de reportes y denuncias se encuentran la Presa Rural, la Presa, Natura y los Pinos.
Además, las oficiales reciben apoyo psicológico pues son policías, pero también al llegar a casa son madres o son abuelas, por lo que su bienestar mental es de suma importancia. También los oficiales de esta unidad reciben capacitaciones en temas de sensibilización, equidad de género, derechos humanos, superación personal, entre otros temas, para responder con empatía y sensibilidad a los llamados sobre violencia doméstica sin caer en la revictimización de las personas afectadas.
Finalmente, la oficial Rocío Cabrera González, quien tiene 15 años trabajando como policía, y 11 en la unidad operativa, quien es subjefa de la Sección de la Unidad Operativa contra la Violencia Doméstica, menciona encontrarse satisfecha con el trabajo que desempeña: “El día con día aportar algo de mí y hacerlo de todo corazón, poder ayudar a estas personas. Ahora hay más ayuda que antes y sí hay manera de salir del maltrato y del abuso” dice.