NOVIEMBRE 28, 2018.- Cómo conseguir que la pantalla del móvil ocupe todo el frontal del aparato sin echar mano del notch popularizado por Apple. Ese es el reto al que se enfrentan los principales fabricantes de móviles. El primero que dio una respuesta fue OPPO con el Find X, un teléfono que logra un 93% de pantalla en el panel frontal gracias a un novedoso sistema mecánico que retrae las cámaras cada vez que debe ser desbloqueado, o cuando el usuario quiere hacer una fotografía. Ha tenido tan buena aceptación que Xiaomi -Mix 3-, Honor -Magic 2- y Lenovo -Z5 Pro- lo han copiado con una pequeña diferencia: en vez de ser automático, el sistema para descubrir las cámaras es manual.
Ahora, Nubia va un paso más allá para acercar la variable hasta el 95%. Y lo hace con otro curioso método: en el Nubia X, que se comenzará a comercializar en China el mes que viene, elimina la cámara frontal y todos los sensores de ese panel -solo deja una pequeña luz LED para las notificaciones- y añade una segunda pantalla de 5,1 pulgadas y resolución HD en la parte trasera, que es donde se ubica la cámara dual. Raro, sí, pero efectivo también.
Este sistema permite que la pantalla FHD+ de 6,26 pulgadas adquiera todo el protagonismo en el frontal. Además, y a diferencia de lo que sucedió en el Meizu Pro 7 -que incluía un pequeño panel posterior-, Nubia le saca partido a la pantalla trasera con ingenio: sirve para hacerse selfis utilizando la cámara principal -que aquí es la única-, y eso proporciona imágenes de mucha más calidad de lo habitual en los autorretratos; además, cuenta con un sistema de protección ocular que, sin utilizar tinta líquida como hacían los Yotaphone rusos, permite utilizar esa segunda pantalla que gasta menos batería como e-reader. Cuando la protección ocular está al máximo, la pantalla esencialmente se muestra casi en blanco y negro.
En cualquier caso, ambas pantallas son totalmente funcionales, y EL PAÍS ha podido comprobar que pasar de una a otra es tan sencillo como apretar los dos sensores de huellas dactilares ubicados en cada lateral del teléfono -no hay otro sistema biométrico de desbloqueo- y voltear el aparato. Pero lo más llamativo es que la marca china se las ha ingeniado para que la presencia del panel secundario no se note en absoluto cuando no está siendo utilizado a pesar de que el cuerpo es de cristal azul.
A eso, sin duda, ayuda que la segunda pantalla sea OLED y no LCD, de forma que los píxeles no emiten ninguna luz cuando están desactivados. De hecho, hay que fijarse muy detenidamente para atisbar el marco de la pantalla bajo la tapa trasera, lo cual permite crear efectos muy curiosos con los diferentes salvapantallas que incluye el móvil y al que el usuario puede añadir otros personalizados. Por si fuese poco, Nubia ha convertido la pantalla trasera en un mando de videojuegos, ya que puede ser utilizada para controlar diferentes funciones de juegos tocándola con los dedos que sujetan en aparato.
El resto de las especificaciones del Nubia X son las propias de un móvil de gama alta. Utiliza el procesador Qualcomm Snapdragon 845, lo acompaña de 6 u 8 GB de memoria RAM y hasta 256 GB de almacenamiento interno, y una batería de 3.800 mAh. que cuenta con el sistema de carga rápida QC 4.0. En cuanto a la cámara dual, Nubia ha optado por una configuración en la que no hay posibilidad de hacer un zoom óptico, ya que ambos objetivos tienen la misma distancia focal.
El principal cuenta con una lente muy luminosa -f 1.8- y un sensor de 16 megapíxeles, mientras que el secundario sirve para captar información adicional que permite mejorar el modo retrato, y está emparejado con otro sensor de 24 megapíxeles. Desafortunadamente, el aparato no cuenta con un estabilizador óptico para tomar imágenes en condiciones de poca luz. En el aspecto multimedia destacan los altavoces DTS de 32 bits y la posibilidad de ver los vídeos en ambas pantallas, aunque la principal, sin apenas marcos, es la que ofrece la mejor experiencia.
Entre los aspectos más llamativos del Nubia X se encuentra su precio. La versión más básica cuesta en China 3.299 yuanes (420 euros al cambio), y la más avanzada asciende a 4.199 yuanes (530 euros). Las primeras 100.000 unidades en preventa se han agotado en solo 57 segundos, y ya hay rumores de que otras marcas, entre ellas Vivo, están trabajando en móviles con una configuración similar. Hasta que los aparatos plegables no se conviertan en una realidad práctica y trasciendan lo experimental, el mercado tendrá que decidir si este sistema no es más que una extravagancia para destacar en el mercado o si, por el contrario, es una buena fórmula para acercarse al ideal del teléfono con ‘pantalla infinita’. De momento, no hay fecha de lanzamiento en España.
Con información de EL PAIS