TIJUANA, SEPTIEMBRE 8, 2020.- Personalmente, la Arq. Karen Postlethwaite Montijo, secretaria de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (SIDURT), supervisó las tareas de limpieza de los taludes del canal del Río Tijuana.
Lo anterior como trabajos complementarios al desazolve y saneamiento de los cauces de Río Tijuana y Arroyo Alamar, llevados a cabo por varias empresas contratadas por conducto de la Secretaría de Manejo, Protección y Mejoramiento del Agua (SEPROA), por instrucciones del gobernador Jaime Bonilla Valdez.
Tanto el retiro de materiales acumulados en el canal de concreto, principalmente en el tramo conocido como Primera Etapa del Río Tijuana, como ahora la limpieza y el remozamiento de los taludes, con la colocación de barreras de concreto y señalamiento apropiado, dan una mejor condición estética y funcional de esta magna obra hidráulica construida en los años 70s.
Con una inversión estimada de $90 millones de pesos, la SEPROA ejecutó primero el retiro de cientos de toneladas de tierra, arena, basura, llantas y vegetación que alcanzaba alturas de más de dos metros y cubría una gran parte de la superficie del cauce revestido de concreto, lo que hacía ver el abandono en el que lo tuvieron anteriores administraciones, federales y estatales.
Este descuido hizo que las aguas arrastradas y descargadas por el cauce del Río Tijuana, hasta la zona marítima del sur de Imperial Beach, California, causaran un grave problema de contaminación que, por efecto de las corrientes marinas, llegó a afectar también las áreas playeras de Tijuana y Playas de Rosarito.
Ante esta situación, con una demanda internacional de por medio, el gobernador Bonilla Valdez dispuso la contratación de empresas para desazolvar el Río Tijuana, seguido de tareas de saneamiento general, revisión de compuertas de los colectores principales, remozamiento de los taludes y retiro de personas en condición de calle que habitan en sitios de desagüe con riesgo de sus propias vidas.
A dos meses de distancia, una vez limpio el enorme cauce, sigue la SIDURT con la limpieza de los taludes, delimitación de las rampas de acceso para unidades autorizadas exprofeso y la colocación de señalética apropiada para evitar la entrada de vehículos o personas extrañas, a fin de mantener en las mejores condiciones posibles esta obra icónica por su magnitud y servicio de protección en eventuales tormentas que, en los años 80s y 90s, fueron tan intensas que este canal lució lleno a su mayor capacidad.