TIJUANA, MARZO 29, 2021.- La madrugada de un miércoles, en el área de Urgencias COVID del Hospital General Regional (HGR) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Tijuana, ingresó una joven mujer con pérdida del estado de conciencia.

En las instalaciones del Instituto se atendió de inmediato, al presentar problemas neurológicos y respiratorios. Su condición se reportaba crítica.

“Se le realizaron estudios y presentaba problemas de una elevada concentración de dióxido de carbono y se encontraba en choque por presión arterial baja”, recordó el médico internista que la atendió, Jaime Noel Hernández Rodríguez.

La paciente Valeria “N”, de 33 años, requirió intubación para darle soporte respiratorio; además, se le brindó apoyo hemodinámico y se le mantuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Valeria llegó al HGR No. 1 con un historial de dos semanas con neumonía por COVID-19 tratada en otro hospital, ajeno al IMSS. Ahí fue intubada, estabilizada y dada de alta dos semanas después. Sin embargo, cuando llegó a su hogar, no se sentía del todo bien.

“Estuve en mi casa dos o tres días, empecé a sentirme mal hasta que perdí el conocimiento. No supe ya nada hasta que desperté y estaba, de nueva cuenta intubada, en el hospital del IMSS”, detalló Valeria.

Un día después fue trasladada al área de hospitalización, donde su estado de salud mejoró notablemente y tres días después se extubó. Requirió de manejo respiratorio con mascarilla de oxígeno de apoyo; los problemas neurológicos, de presión sanguínea y pulmonar fueron superados.

Abogada de profesión, originaria de Veracruz y con 20 años de residencia en Tijuana, Valeria reconoció y agradeció la atención que recibió de parte de la institución.

“Estoy sorprendida. No soy derechohabiente del Seguro Social y me salvaron la vida. No tengo cómo agradecer el trato que recibí de todos: médicos, enfermeras, camilleros, trabajadoras sociales. Cuando me extubaron me llevaron mi comida, pero soy vegetariana desde hace 20 años y no la probé. En el momento que se enteraron, subió un nutriólogo, y desde ese momento hacían un menú especial para mí”, compartió.

Valeria ya regresó a su trabajo, practica su pasatiempo favorito, el motociclismo, y tiene como propósito aprovechar esta nueva oportunidad que encontró en la vocación de servicio y profesionalismo del personal del IMSS en Baja California.