TIJUANA, MARZO 7, 2020.- Las estaciones sismológicas del Centro de Estudios Científicos y Estudios Superiores de Ensenada (CICESE) precisan que el sismo que sacudió Mexicali y levemente a Tijuana la noche este viernes (19:52 horas) 6 de Marzo 2020 tuvo una magnitud de 5.7 grados. (Recordar que la escala de Richter está en desuso)

Lo ubican a 67 .48 kilómetros del poblado conocido como Estación Coahuila, aunque un punto de referencia más conocido sería el Golfo de Santa Clara.

Por su magnitud y la zona, semi despoblada donde ocurrió es clasificado como moderado Por lo que el epicentro aparece en color naranja, en amarillo una zona (entre le mar de Cortez, las Islas del noroeste y tierra firma en el Golfo de Santa Clara, las tonalidades más claras como el verde muestran una zona donde ya se disipa la sacudida y en azul un sitio en resonancia más extenso que llegó a afectar a la capital de Baja California, Mexicali, para provocar un susto en los residentes. Tijuana solo sintió en algunos de sus habitantes una leve sacudida.

Cabe mencionar que ocurrido un movimiento telúrico de esta naturaleza los científicos inician una serie de observaciones y análisis para determinar una serie de parámetros como el origen de esta liberación de energía.

De cualquier forma los alcaldes de Mexicali, Marina del Pilar y de Tijuana, Arturo González Cruz no reportan daños.

Lo importante de este sismo es conocer su procedencia y afectación a las dos fallas próximas y eso se sabrá luego de los análisis científicos que no son al vapor.

Para el caso de esta zona, hay dos fallas importantes:

La falla de Cerro Priero

La falla de San Andrés

Determinar si esta liberación de energía es originada por San Andrés o Cerro Priero toma tiempo puesto que los instrumentos solo muestran intensidad y ubicación, mas es motivo de estudio conocer la relación, sobre todo con San Andrés que es una fractura de separación entre la Placa del Pacífico que se mueve en dirección noroeste y la Placa de América que lo hace en dirección sureste como se muestra en la gráfica.

Marco Tectónico de Baja California

En la región noroeste de México, existe un importante sistema de fallas geológicas que constituyen un segmento activo de la frontera entre las placas tectónicas del Pacífico y Norteamericana e inducen un alto peligro y riesgo sísmico a las poblaciones que circundan al Golfo de California. El estudio del peligro y riesgo sísmico de una región, comprende el estudio y análisis de los aspectos relacionados con la tectónica, el comportamiento de la sismicidad y la posibilidad de que se produzcan daños a causa de esta. En nuestro país se presentan dos importantes zonas de actividad sísmicas generadas por el contacto de placas tectónicas. Por una parte, una zona de subducción que ocurre entre los estados de Colima y Chiapas, y por otra, una zona de transcurrencia y divergencia en el Golfo de California. Por ello, es importante considerar los efectos que puede generar la ocurrencia de un sismo de gran magnitud (ML=8) en estas regiones.

El régimen de esfuerzos tectónicos asociados al sistema de fallas transformadas del Golfo de California ejerce una fuerte influencia sobre las regiones aledañas, dando lugar a la presencia de fallas subsidiarias continentales que ocasionalmente producen sismos que causan daños y alarma en los centros de población. La península de Baja California y la región occidental del Golfo de California forman parte de la Placa Pacifico, la cual se separa de la Placa Norteamericana, con una velocidad de desplazamiento promedio entre 50 y 60 mm por año.