MEXICALI, B.C., MAYO 22, 2018. “Tomando en cuenta que los organismos de protección y salvaguarda de los animales deben ser representados a nivel gubernamental, hago eco a diversos planteamientos de los promotores de las organizaciones y asociaciones protectoras de animales de Baja California, respecto a la necesidad de que en el Estado se reconozcan y hagan efectivos los derechos de los animales, partiendo de la modificación del concepto tradicional que los define como cosas”, enfatizó la diputada Claudia Josefina Agatón Muñiz.
Agregó que para que esto sea posible, se hace necesario establecer el bien jurídico de los animales no humanos, haciendo hincapié de que, al referirnos a estos, se está circunscribiendo el ámbito de aplicación de la Ley a los animales vertebrados. Sin que esto implique que se considere ético o razonable el someter a sufrimiento o crueldad a otras especies del reino animal.
Esto fue señalado por la legisladora, al presentar ante el Pleno una Iniciativa que reforma la Constitución local, mediante adición al artículo 7. Así como a los artículos 1 y 20 de la Ley de Protección a los Animales Domésticos del Estado de Baja California, a fin de que se reconozca a los animales no humanos como seres sintientes.
Mencionó que desafortunadamente, en nuestra sociedad aún hay algunas personas y grupos que por falta de una adecuada educación o por falta de sensibilidad llegan a ocasionar a los animales un maltrato, que implica actos de crueldad o degradantes.
Por ello, consideró que es tiempo de que el sentido humanista de las personas y de la sociedad, se traduzca no sólo en el respeto y solidaridad hacia otras personas, sino que debe implicar también que los animales son parte esencial del medio ambiente y de los ecosistemas, al jugar un papel específico dentro de las distintas cadenas y nichos ecológicos de cada especie.
“Ellos, -dijo- al igual que nosotros merecemos un lugar en este planeta y una existencia digna”.
Además consideró en su exposición de motivos, que los animales destinados al consumo humano, deben ser sacrificados con el menor dolor posible y sin que sean sometidos a tratos que les generen angustia o ansiedad.
De igual forma, estableció en esta iniciativa que las especies destinadas a la experimentación médica, sean tratadas con el menor sufrimiento posible. Y que aquellas especies que son usados como animales de trabajo, tengan un buen trato sin someterlos a una explotación que les cause dolor, afectaciones físicas o agotamiento extremo.