CIUDAD DE MÉXICO, MARZO 17, 2021.- La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), como cada mes, realizó su sondeo de mercado respecto a los precios de los productos de la canasta básica del 15 de febrero al 15 de marzo en CDMX, Tlaxcala, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, Estado de México y Tabasco, encontrando lo siguiente:
Los productos elevaron sus precios de la siguiente manera: 81.82% limón; 80% aguacate; 42% chile serrano; 57.59% frijol; 57% tomate; 50% lentejas; 23% azúcar; 16% huevo; 11% tortilla; 5.56% harina de trigo; entre otros.
El anuncio que hiciera el Banco de México de que la inflación se dispararía en el segundo trimestre de este año, lamentablemente está ocurriendo (en enero 3.54%, febrero 3.84% y marzo 4%) debido al incremento de las gasolinas cuyo precio rebasa los $20 pesos por litro, factor que encarece el abasto y suministro de los productos en el mercado nacional. Otros factores que animan este proceso inflacionario es la inestabilidad de la paridad del peso frente al dólar, el factor estacional y las restricciones comerciales por pandemia. Este coctel genera las condiciones para la carestía de la vida en México; no es un asunto menor, al contrario, es un foco amarillo en la agenda nacional.
“Están por las nubes los precios de las proteínas (puerco, res, pollo, mariscos); granos (frijol, maíz, lentejas, arroz, habas); frescos (tomate, limón, chiles, aguacate); abarrotes (atún, harina, azúcar); de higiene y aseo personal. Es un aumento generalizado de precios en el mercado, prácticamente no hay un segmento que no lo haya resentido, acabando de complicar al poder adquisitivo de los consumidores. A la gente no le alcanza para comprar los productos de la canasta básica, 62% de los mexicanos no tienen para comprar los alimentos esenciales”, declaró Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Debido a esto, los consumidores mudaron su consumo a los productos genéricos y a granel, sabedores que son de menor calidad y que ofrecen una mayor merma, pero es lo que pueden comprar y les permite mantener su consumo esencial. A partir de marzo, la carrera alcista también ha tocado a este segmento y han venido elevando sus precios hasta un 10%, de tal forma que ya no son tan asequibles y los consumidores no encuentran a dónde hacerse, por lo que cada vez dejan de adquirir más productos esenciales, sacrificando la calidad de su alimentación diaria.
“ANPEC advierte de esta crisis alimentaria que atraviesa la sociedad mexicana porque es una parte de la factura económica que nos está cobrando la pandemia de Covid-19 a un año de padecer la ofensiva de este letal virus; en el 2021 enfrentamos esta secuela que pega en la zona hepática de nuestras vidas, ya que la gente se ve obligada a cercenar su consumo y debilitar su alimentación. No debemos olvidar que se puede dejar de comprar cualquier cosa menos los alimentos porque nadie puede dejar de comer ni vencer al hambre”, sentenció Rivera.
Este proceso inflacionario en una economía debilitada como la que tenemos por la recesión no es la mejor noticia que nos gustaría dar. Por ello llamamos al Gobierno Federal y a las fuerzas productivas del país a coordinarse y encontrar