MEXICALI, OCTUBRE 13, 2020.- El enamorado de Baja California, Carlos Mora regresó a su tierra para dar a luz un libro que habla de la excelencia con la cual cuenta nuestro estado, en su más importante insumo: su gente de valor.
En el Teatro de la Casa de la Cultura de Mexicali flanqueado por la presidente municipal Marina del Pilar Ávila Olmedo a quien calificó de “generosa, encantadora y espléndida” Mora Álvarez, nacido en Tijuana en 1962 muestra una impecable madurez y nos enseña que esta nació se construye reconociendo a los grandes: mujeres y hombres que han forjado con su esfuerzo, calidad moral y humana nuestra patria bajacaliforniana.
Tras la pandemia que desactivó la economía en la región Carlos Mora pidió a un gran anfitrión y maestro de ceremonias el maestro Miguel Mora Marrufo, su hijo y actual Comisionado de Derechos Humanos en Baja California, que condujera el evento el cual como era de esperarse resultó ser todo un éxito.
“Es un monumental honor compartir la presentación de estos libros con Milton Castellanos García, Clelia Terán Corella y Gaston Luken Garza, hijos y nieto de fabulosos “Dones” que nos honran con su asistencia. a Miguel Ángel Mora Marrufo gracias por ser la voz que guía nuestro especial encuentro”, refirió.
Asistió también el presidente del Congreso de Baja California, Julio César Vázquez reconoció la presencia de los invitados especiales y luego fue al grano:
“…La amistad es múltiple y heterogénea como la profunda naturaleza de las personas. El tiempo y los encuentros enriquecen esa diversidad infinita, ya que tienen la propiedad mística de integrar en un flujo constante el presente y el pasado, la memoria y la palabra. La amistad es un territorio de confluencia, un brillo que nos conmueve, elemento de integración de la pluralidad, donde se afirma la diferencia y se nutre la colectividad”, precisó.
Aclaró que cada una de las crónicas, derivadas de encuentros solemnes y en ocasiones fortuitos en otros, dieron vida trazo a trazo, a momentos singulares que hoy están enmarcados en las páginas de estos libros.
De cada uno de los dones y de las doñas -agregó- que he conocido a lo largo de los años, guardo en mi corazón y en mi mente, en mi mano que aún estrecha la amistad compartida, momentos inolvidables de lecciones de vida, de enseñanzas profundas y sueños hechos realidad.
A través de esta nota periodística le decimos al autor:
Eso, lo será usted, señor Carlos Mora… Ese hombre generoso lo es y lo será por siempre y sus generaciones. Un hombre nada egoísta que nos comparte en Los Dones I y II las ricas experiencias de aquellas personas y sus historias que le enriquecieron la vida, le dibujaron una sonrisa y una generosidad para todo aquel que lo trata.
Eso, eso es usted, Don Carlos Mora.