TIJUANA, EP, 14/09/2018.- El avanzado estado de maceración (descomposición) del óbito (bebé por nacer ya sin vida), provocó que con mucha facilidad se desprendiera la cabecita del niño al momento que se esperaba su nacimiento por la vía normal.
Así lo dijo la Jefe del departamento de ginecobstetricia del Hospital General, María Guadalupe Duarte Arenas, quien junto con el director, Clemente Humberto Zúñiga, se presentaron ante los medios para ampliar y explicar lo sucedido con la adolescente de 16 años que llegó a ese nosocomio con síntomas de parto.
El director de la institución y la jefa del Servicio de ginecoobstetricia, reiteraron que el día 30 de julio a sus 34 semanas de gestación, la menor acudió a revisión prenatal en el Centro de Salud Tijuana, donde se le dio una hoja de referencia por cursar con embarazo de alto riesgo debido a su edad y a que no había llevado un control de embarazo previo.
La doctora Duarte, aclaró que la menor, Iris Arleth, no fue sometida a una cesara pese a tener un “óbito”, como se conoce clínicamente al bebé sin vida antes de nacer, puesto que “la intervención no es la mejor opción, de tal forma que para evitar mayores riesgos para la madre se procede a una extracción vía vaginal”, sin embargo, ese procedimiento se complicó y provocó daños en el cuerpo del nonato.
Abundó, que la joven llegó al hospital la madrugada de 11 de septiembre, cuando ya dolores y sangrado por lo que se procedió a examinarla y ahí se descubrió que el bebé ya no presentaba signos vitales.
Desde julio hasta la fecha, la menor acudió sólo a tres revisiones prenatales pese a ser advertida de lo riesgoso de su embarazo no existían antecedentes del seguimiento médico.
Por su parte, el director Clemente Humberto Zúñiga, explicó que los presuntos movimientos del bebé que asegura la abuela haber palpado, se deben a que “el trabajo de parto comienza con contracciones del útero irregulares, y estas contracciones se perciben como movimientos, y es lo que pudieron haber percibido la mamá y abuelita”.
Aclaró, que este caso, aunque está descrito en la literatura médica, es muy raro y que es la primera vez que sucede en el tiempo que lleva como director del hospital.
Aseguró que para evitar mayor trauma a los familiares el cuerpo del bebé y la cabeza desprendida se unen.
Sobre los casos de partos en adolescentes que se presentan en ese centro médico, dieron a conocer que al menos el 30 por ciento de los servicios que prestan son de chicas menores de edad, por lo que hizo un llamado a los padres de familia para que sean más vigilantes de sus hijas, para que no se embaracen a temprana edad.