BAJA CALIFRONIA, JUNIO 8, 2021.-La hipertensión arterial es considerada el “enemigo silencioso” ya que un amplio porcentaje de personas la padecen sin saberlo ni presentar síntomas, por lo que se enteran hasta el momento que aparecen complicaciones relacionadas al padecimiento.
Entre las complicaciones más frecuentes de la hipertensión arterial se encuentran la retinopatía, que se manifiesta por derrame ocular (ojos demasiado rojos); infartos cerebrales y de corazón e insuficiencia renal.
La jefatura de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la Representación Baja California, informó que, para evitar o retrasar la enfermedad es fundamental mantener un régimen de alimentación saludable y realizar actividad física con regularidad.
Se recomienda que la dieta diaria sea equilibrada, variada y con las cantidades requeridas de nutrientes de acuerdo a las necesidades y condiciones de cada persona.
Un primera paso, es reducir el consumo de sal y de todo tipo de alimentos que la contengan, entre ellos los productos enlatados, botanas como papas fritas, carnes grasosas o empanizadas, así como ser moderados en consumo de café, alcohol y sobre todo, evitar el tabaquismo.
El Instituto sugiere evitar productos denominados “chatarra”; pasteles, dulces, chocolates, refrescos, hamburguesas, hot dogs y otros más que no sólo causan elevación de la presión arterial, sino que pueden provocar otro tipo de padecimientos.
La hipertensión se puede diagnosticar con la toma regular (de tres días a una semana) de presión arterial y en casos cuyos resultados muestren elevación de los límites normales (120/80), es alta la probabilidad de padecer la enfermedad, por lo que se considera oportuno acudir al médico para una revisión más exhaustiva.
A través de los consultorios PrevenIMSS que funcionan todas las Unidades de Medicina Familiar, se orienta y atiende a pacientes con factores de riesgo para esta y otras enfermedades, por lo que se invita a los y las derechohabientes a que acudan a la evaluación periódica anual y modificar estilos de vida, primeramente en aspectos alimenticios, seguida de la práctica diaria de actividad física que comprenda por lo menos 30 minutos diarios de caminata.