EE UU, AGOSTO 7, 2018.- Soplan vientos fuertes para Facebook, que todavía no se ha repuesto del batacazo vivido con el desplome de sus acciones al anunciar la compañía resultados inferiores a los esperados. El gigante fundado por Mark Zuckerberg vuelve a situarse de nuevo en el ojo del huracán con otra polémica relacionada con la privacidad de los datos de sus abonados: según un artículo de The Wall Street Journal, Facebook ha pedido a entidades bancarias de Estados Unidos datos de sus clientes a cambio de ofrecerles los de sus usuarios, un nuevo giro en la tuerca de la privacidad, que ha hecho saltar las alarmas de los más preocupados por la privacidad de los datos.
El diario desvela que la red social habría propuesto a las entidades financieras de Estados Unidos un intercambio de datos de sus respectivos clientes. Según la información, Facebook habría propuesto un trueque a los bancos del país: le entregan la información relacionada con las transacciones de sus clientes y ésta, a su vez, permitiría a las entidades aprovechar la plataforma Messenger para ampliar su volumen de negocio. La información no ha podido llegar en peor momento, no solo por los decepcionantes resultados antes mencionados, sino porque la herida abierta por el escándalo de Cambridge Analytica todavía no ha cicatrizado.
Fuentes de Facebook aseguran a EL PAÍS que la información publicada por el diario estadounidense “no es veraz”, ya que, según apunta de la compañía, “se sugiere de forma incorrecta que estamos pidiendo de forma activa datos de transacciones a entidades financieras”. Desde la firma se explica que “al igual que sucede con otras empresas”, la firma “busca alianzas con bancos y emisores de tarjetas de crédito para ofrecer servicios como atención al cliente por chat o gestión de las cuentas”. Estas declaraciones confirman, con todo, que sí hay un intercambio de datos con los bancos: “No usamos dicha información más allá de ofrecer esos servicios”, explican, descartando que los datos se vendan a terceros.
Desde Facebook, en cualquier caso, se quiere aclarar que el intercambio de esta información es “voluntaria” y con ella se pretende, por ejemplo, que las entidades financieras puedan atender a sus clientes a través de Messenger, “mejor que estar esperando al teléfono”, explica. Precisamente, esta popular plataforma de comunicación ha estado también en el disparadero al conocerse que Facebook escaneaba de forma automatizada las conversaciones en busca de contenido ilegal (pornografía, virus o malware).
Con información de EL PAIS