ABRIL 2, 2019.- La sudoración corporal es una molestia menor para la mayoría de las personas, sin embargo, cuando es acompañada de mal olor en axilas, manos y pies, puede convertirse en un verdadero problema, por lo que es importante atender algunas recomendaciones para evitarla, señaló doctor Óscar Castro Guevara, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 38 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis, Río Colorado, Sonora.

De manera normal el ser humano transpira en mayor o menor medida debido a que es homeotermo, es decir, que tiende a mantener una temperatura corporal constante. Así que la producción de sudor es la respuesta normal del cuerpo a la acumulación de calor, lo cual varía mucho de una persona a otra, por ejemplo, muchas mujeres sudan con más intensidad durante la menopausia.

Algunos de los factores que influyen en este proceso son la ingesta de bebidas, sobre todo las que contienen alcohol o cafeína y las bebidas calientes, que pueden incrementar transitoriamente sudoración; de igual manera, el nerviosismo, estrés y la ingesta de alimentos picantes.

Castro Guevara explicó que el sudor humano es inodoro y mediante él se elimina agua, aunque no necesariamente debe tener un olor desagradable, la mayoría de las veces es inevitable, ya que en el proceso también intervienen bacterias en descomposición.

Las áreas donde más se presenta sudoración y que están menos expuestas a la luz son lugares donde las bacterias se reproducen con más rapidez, y si dichas áreas tienen vellosidad, el problema es aún mayor. En las regiones del cuerpo con poca ventilación, como es el caso de los pies, pueden proliferar bacterias que provocan malos olores.

Resaltó que se pueden distinguir otros tipos de sudoración, como el sudor frío, que es usualmente la respuesta del organismo a una enfermedad grave, ansiedad o dolor intenso y la persona debe recibir atención médica de inmediato.

En tanto, el sudor por estrés es emocional y particularmente intenso en las axilas, las palmas de las manos y los pies.

El director de la UMF número 38 recomendó seguir algunos sencillos consejos para evitar el mal olor, principalmente ducharse cuando menos una vez por día; además, consumir por los menos dos litros de agua al día, para que las toxinas se eliminen más fácilmente sobre todo a través de la orina y así disminuir la traspiración y por tanto, el mal olor.

En cuanto a la vestimenta, es mejor utilizar ropa de fibras naturales como algodón, lino o lana, y no la de tejidos sintéticos; de igual manera, es muy necesario cambiarse de ropa diariamente.

Respecto a la alimentación, recalcó que una alimentación demasiada rica en proteínas y grasas puede hacer que el olor del cuerpo sea mucho más intenso que el de una persona que se alimenta habitualmente con frutas y verduras, pues las toxinas de los alimentos se eliminan a través del sudor.