TIJUANA, JUNIO 27, 2020. La emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial ha traído consigo situaciones que han empujado a la sociedad a tener una experiencia de vida muy diferente a lo acostumbrado, dejando de lado aspectos sociales y psicológicos, sin embargo, el confinamiento puede convertirse en un aprendizaje para crecer como personas.

Lo anterior lo enfatizó la Mtra. Jessica Miranda Suárez, profesora de la Universidad de las Californias Internacional (UDCI), al comentar que con la pandemia de covid-19, se ha tenido que poner en primer plano el cuidado de la salud y el preservar un estado biológico y físico óptimo.

“En segundo plano han quedado los aspectos sociales y psicológicos que se pudieran haber afectado con el confinamiento y la pandemia, pero ¿dónde queda el crecimiento personal?”, cuestionó la psicóloga.

Indicó que quizá en estos momentos el enfoque de vida se ha centrado en contener y retener, y no en avanzar hacia los planes y deseos que año con año pudieran ir surgiendo, no obstante, en el momento presente también hay oportunidades de crecimiento.

Una de ellas, ejemplificó, es el compartir cotidianamente con nuestros cercanos, lo cual es una excelente oportunidad para cultivar y ejercitar los valores humanos como el respeto, el amor, el compañerismo y la voluntad.

“Y más ahora que el confinamiento ha puesto el escenario perfecto para poner en práctica los valores personales, pues termina siendo la opción que más puede nutrir la experiencia de estar día a día en casa”, apuntó.

La Mtra. Jessica Miranda destacó que el respeto se practica con el otro y con uno mismo, lo cual está relacionado con la no transgresión que puede afectar negativamente aquello con lo que se pone en contacto.

“De igual forma, el amor es vivido para el otro y hacia uno mismo, haciéndose visible con pequeños actos como el cuidar de nosotros y de los demás, mientras que el compañerismo se ha tornado elemento clave de la cotidianidad, ya que estar en confinamiento nos hace contactar con el deseo de estar con el otro y de empatizar”, afirmó.

La académica agregó que la voluntad es, quizá la fuerza impulsora que permite todos los días avanzar y seguir creciendo en las diversas áreas del desarrollo humano como es el trabajo, la pareja, la escuela, los proyectos personales, entre otros.

“En resumen, el confinamiento ha brindado el clima perfecto para el cultivo personal, que empieza desde el deseo de cuidar de los nuestros, de estar en armonía, y este trabajo se da minuto a minuto, equilibrando todos los aspectos de esta nueva normalidad”, finalizó.