MEXICALI, FEBRERO 12, 2019.- Abonar a la cultura de la paz en el ámbito escolar es el objetivo al incorporar mecanismos alternos en la solución de conflictos en niños bajacalifornianos, plantea el Congreso del Estado al aprobar reformas en la Ley de Educación para propiciar una mejor convivencia en todos los ámbitos de la vida adulta de los niños.
Hoy se aprobó el dictamen número 23 de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, con el que se aprueba la reforma al artículo 14 en su fracción XXV y se adiciona una fracción XXVI a la Ley de Educación del Estado, cuyos inicialistas son los diputados Mónica Hernández Álvarez, Iraís María Vázquez Aguiar y Carlos Alberto Torres Torres.
El documento presentado ante la máxima tribuna de esta Soberanía por el presidente de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, diputado Catalino Zavala Márquez, plantea promover e impulsar en los educandos la cultura de la paz, a través de los mecanismos alternos en la solución de conflictos como la mediación, conciliación y los círculos de paz como formas pacíficas de solución de conflictos en el ámbito escolar y como métodos de reconciliación social.
Asimismo, fomentar esta cultura por medio de diversas estrategias en esta materia, con el propósito de superar las tensiones entre adaptación y transformación que presenten los educandos, señala el documento presentado por los legisladores de acción nacional.
Por tal motivo con la implementación de la presente reforma será posible impulsar la cultura de la paz en las escuelas, para que las niñas, niños y adolescentes aprendan a convivir, respetar a los demás y trabajar en equipo.
Además, ser una herramienta más en la impartición de la educación del Estado, como se observa en países como España, Colombia, Argentina y Costa Rica; Donde los alumnos aprenden que, de forma pacífica y mediante el diálogo, se puede resolver los problemas; se trabajan valores como la participación, el respeto y la comunicación; reflexionan sobre su conducta; contribuye a ir eliminando las relaciones de dominio y de sumisión entre sí; crea en el centro un ambiente más relajado y productivo.
De igual forma, aumenta el desarrollo de actitudes cooperativas en el tratamiento de los conflictos al buscar conjuntamente soluciones satisfactorias para las partes; se reduce el número de sanciones y expulsiones, entre otros beneficios.