TIJUANA, B.C., MARZO 19, 2018. “Hemos visto un aumento en racismo, en abuso de las autoridades norteamericanas, la migra, la policía de San Diego. Pero no nos vamos a quedar callados”, denuncia Enrique Morones, director ejecutivo y fundador de Ángeles de la Frontera.
Morones indica que las redadas se han recrudecido al sur de California por parte de autoridades de la Border Patrol y del ICE. El problema que en estos momentos aqueja más a la organización que representa, es la negativa por parte del jefe de la patrulla fronteriza en el sector de San Diego, Rodney Scott, de abrir las puertas del parque binacional de La Amistad, a niños con discapacidad que participan en el Teletón, para que puedan abrazar a sus familiares.
“Estamos muy enojados porque Rodney Scott, jefe de la migra, no quiere abrir la puerta. Desde enero que entró ha hecho muchas cosas con las cuales no estamos de acuerdo. Ha reducido un tercio del tamaño del lugar, en donde si antes podían estar 25 personas al mismo tiempo, ahora sólo pueden estar 10. Además, cortó el tiempo de cuatro horas a sólo 40 minutos”.
Donald Trump
Las quejas de Enrique Morones, se suman a las millones de voces que saben y hablan del crecimiento del odio y el racismo en Estados Unidos, a partir de las políticas racistas de Trump, su presidente. Su racismo y odio se ha extendido por todo el país, en donde miembros de las minorías han sufrido el embate feroz de grupos predominantemente masculinos y blancos, fortalecidos por las palabras de su principal líder.
Y San Diego no es la excepción. Ahora, organizaciones de ayuda humanitaria, como lo es Ángeles de la Frontera, se ven amenazadas por el aumento en arrestos, por las acusaciones infundadas, por el incremento en el abuso oficial.
“Me sorprendió saber que San Diego es donde más arrestos hay en todo Estados Unidos. Personas que no son criminales, están siendo detenidas, indiscriminadamente, gracias a las condiciones de racismo y poder que ha dado Trump“, continúa. “La historia de San Diego no era así”.
California
California no sólo es el estado con mayor poder económico en el país más poderoso del mundo, siendo por sí sólo, la sexta economía mundial. Además, California es inmensamente progresista y profundamente democrático. Y es un ‘estado santuario’.
Este término se utiliza para las ciudades en Estados Unidos que ponen en práctica políticas para limitar su colaboración con las autoridades federales de inmigración. Ciudades como Nueva York o Chicago lo son. Esto es, sus gobernantes saben el poder que da la diversidad a sus economías y a su imagen. Por eso se defienden contra la intolerancia, el racismo e ignorancia del presidente.
Lo que implica es que cuando un residente de alguna de las ciudades que pertenecen, en este caso, a California, entra en contacto con la policía, no se le debe preguntar por su estatus migratorio.
Trump odia esto. “Acabaremos con las ‘ciudades santuario’. Las que se opongan a colaborar con las autoridades federales, no recibirán más dinero de los impuestos”, prometió en campaña.
Sin embargo, al no ser un término legal, al tener varias formas de implementarse, puede suceder lo que ahora sucede en San Diego.
El recién llegado Rodney Scott ha acelerado las deportaciones, las detenciones, los abusos y el racismo en esta frontera, a pesar de la postura del gobernador Jerry Brown, que no quiere aceptar las políticas racistas de Trump.
“Estamos de acuerdo y apoyamos al Gobernador Brown”, continúa Morones. “Nos están tratando de quitar nuestro poder, nos están señalando por cualquier cosa. Tenemos más de treinta años trabajando por el bien de la comunidad de la frontera, y ahora, hasta el IRS (oficina de recaudación de impuestos de EUA), nos está buscando algo con qué atacarnos”.
“Pero con sus ataques nos sentimos más fuertes, en lugar de quedarnos callados, estamos haciendo más ruido”.
Parque Binacional de la Amistad
En octubre pasado, el Teletón tenía planeado un evento para que los niños pudieran abrazar a sus familiares, con la apertura por parte de las autoridades estadounidenses de la puerta que los separa. Ya se había acordado. Pero sucedió el terremoto en el centro del país, del 19 de septiembre, y los planes fueron cancelados y cambiados al 24 de marzo. Y ahora, la negativa les da ‘en las narices con la puerta’.
Sin amedrentarse, Enrique Morones hace una invitación a todos los tijuanenses y a la comunidad en general, a participar este próximo fin de semana del Teletón en Playas de Tijuana. En donde, a pesar de la negativa de abrir la puerta, las familias se reunirán y se verán a través de la reja, en una comunión que, a pesar de no ser comprendida por las mentes de los racistas, seguirá realizándose sirviendo de ejemplo a futuras generaciones de mentes abiertas, libres de odio, ignorancia y racismo.
