TIJUANA , DICIEMBRE 8, 2020.-El Alzheimer es una enfermedad incapacitante, no prevenible, progresiva e irreversible que afecta principalmente a población mayor de 60 años y para frenar su evolución es recomendable que se realicen ejercicios de ocupación mental.
El doctor Arturo Rentería Lara, coordinador de Planeación y Enlace Institucional en la Representación Baja California del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dijo que existen tres etapas de evolución de la enfermedad: leve, moderada y grave.
Explicó que en la primera de ellas el paciente tiene manifestaciones clínicas mínimas que no alteran su calidad de vida, entre las cuales mencionó olvidos recurrentes ─no recordar donde dejan llaves o algún artículo de uso personal─; al llegar a casa no reconocer o recordar a ciertas personas, entre algunos otros síntomas.
En la segunda fase de evolución, refirió, el enfermo ya no recuerda nombres de objetos ni para qué se utilizan, permanece gran parte de su tiempo desorientado y confundido; “son etapas en las que las personas fácilmente se pierden en la vía pública”, indicó.
Rentería Lara dijo que la etapa tres es la más grave, ya que el enfermo es incapaz de alimentarse por sí mismo; pierde paulatinamente el control de esfínteres y se le dificulta caminar unos cuantos pasos, lo que lo conduce a ser una persona incapacitada que depende del apoyo de un familiar que le auxilie en sus necesidades más elementales.
El especialista recomendó a las personas mayores de 60 años de edad que realicen juegos de mesa como ajedrez, armar rompecabezas y llenar crucigramas, así como la práctica de la lectura, ya que son actividades mentales que ayudan a ejercitar las neuronas y con ello retrasar el desarrollo de la enfermedad hacia etapas más severas.
Recalcó que el daño neuronal provocado por Alzheimer puede ser controlado para evitar complicaciones graves, por lo que recomendó acudir oportunamente a su unidad médica de adscripción ante la presencia de uno o varios de los signos de alarma: desde olvidos recurrentes hasta trastornos importantes de la memoria que ocasionan la pérdida de capacidad para recordar palabras, nombres de objetos y de personas, a quienes antes reconocían perfectamente.