TIJUANA, ABRIL 14, 2020.- Al filo de las 5 de la mañana, de este martes 14 de abril, el incansable corazón de Othón Cortez Vázquez se detuvo. Un infarto fulminante terminó con su vida en medio de sus seres queridos.
El hombre alegre, optimista, el trabajador, el oaxaqueño que decía siempre “ÁNIMO MI GENTE” falleció mientras esperaba además recuperarse para atender un posible trasplante de riñón ya que se encontraba en ese proceso.
Othón de 54 años de edad, es recordado por la serie de injusticias que vivió frente a un sistema que lo acusó de disparar “por segunda vez” contra el candidato presidencial del PRI, en ese entonces Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Habría sido torturado, reventado en su oído derecho, recibió toques en los testículos, para que incriminara al ex gobernador de Sonora y luego Senador, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Absuelto después de 8 meses de detención en Almoloya de Juárez, demandó al estado mexicano y este a su vez lo contra demandó por 15 millones de pesos que hasta la fecha habrían subido a 18 que él debía por costos y costas que gastó el gobierno neo liberal para defenderse de la acusación de este mexicano víctima de un señalamiento injusto.
En Tijuana logró conseguir un empleo en el Parque Morelos donde trabajaba en la intendencia y recientemente estaba incapacitado víctima de diabetes y una falla renal.
Vivía en una humilde casa en una zona conocida como Camino Verde y a pesar de la adversidad siempre se mantenía optimista y enamorado de su esposa la maestra Juanita Valenzuela así como de sus tres hijos Lesly, Jonatan y Christian.
Especial amor para su nietos: Andree, Luna y PiaRenee
En este hombre existía una gran devoción por su Mamá Lolita quien siempre le decía: “hijo no te puedes morir, porque primero me tengo que ir yo para esperarte en el cielo”, su mamá Lolita fue sometida a múltiples intervenciones y fue por años sobreviviente de cáncer.
A raíz de su captura y exhibición ante la opinión pública nacional perdió a su padre enfermo de diabetes y no podemos dejar de lado plasmar en esta nota a su hermano Josué quien siempre lo cobijó y se mantuvo fuerte contra viento y marea durante su detención y posterior liberación para recomenzar una vida que hoy terminó muy temprano en la mañana.
Othón amigo querido, descansa en paz, en el regazo de tu mamá Lolita.