Tijuana, B. C., a 21 de julio de 2019.- Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por 193 países miembros de la ONU debieran ser referencia obligada y servir para articular las políticas públicas de los gobiernos locales, es ahora cuando podría lograrse un cambio verdadero si se capitaliza una coyuntura política que hace años no se tenía.
Así lo remarcó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), recordando que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible derivan en 169 acciones que los gobiernos, principalmente los locales, pueden y deberían de utilizar como guía articuladora de sus políticas públicas.
Afirmó que la oportunidad y coyuntura política actuales son únicas, pues a pesar de que también hay riesgos, como la “tentación autoritaria” de la que advierten los más pesimistas, existe una gran oportunidad de lograr cambios reales, en vez de que siga la simulación de medio cambiar para que nada cambie y los privilegios de unos cuantos se mantengan.
“Si las diferencias no son tan grandes al interior del mismo partido que hoy no sólo domina la esfera política nacional, sino que dentro de unos meses también tendrá control del gobierno estatal de Baja California y sus cinco ayuntamientos, podremos ciudadanos y gobierno estar a la altura para capitalizar esta coyuntura política que hace años no se presentaba”, opinó.
El experto en gestión estratégica del desarrollo insistió en que el diseño de una estructura de gobierno funcional, con jerarquías y líneas de autoridad adecuadas es y puede ser la gran diferencia, por lo que la pregunta es en qué áreas de los gobiernos estatal y municipal debería colocarse la operación y seguimiento de los ODS.
Explicó que el 25 de septiembre de 2015, en Nueva York, más de 150 líderes mundiales asistieron a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, con el fin de aprobar la Agenda para el Desarrollo Sostenible, dando como resultado el documento “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”.
Este documento, continuó el director del CIGA, fue adoptado por los 193 países miembros de la ONU e incluye los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible, mismos que buscan poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia, además de hacer frente al cambio climático sin que nadie quede atrás para el año 2030.
Recordó que en el 2000 se celebró la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, en la que líderes de 189 naciones se comprometieron a lograr 8 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que iban desde la reducción de la pobreza, hasta la detención de la propagación del VIH/SIDA y la consecución de la enseñanza básica universal para el año 2015.
El también vicepresidente de Gestión Ambiental en la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana aclaró que, según la propia ONU, los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se abandonaron, sino que los Objetivos del Desarrollo Sostenible vienen a complementar y profundizar el trabajo y los avances logrados de 2000 al 2015.
Informó que Antonio Molpeceres, coordinador residente de Naciones Unidas en México, estuvo en Tijuana hace unos días para ofrecer una didáctica y amena plática, en la que hasta llegó a bromear acerca del rol que desempeñan él y Dolores Barrientos, representante en México del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
“Con desenfadado humor se calificó a sí mismo y a Dolores Barrientos como simples burócratas de la ONU, para luego remarcar con elocuencia que los ODS no son de la ONU, son de todos los países, porque a diferencia de los 7 ODM, pensados solo para países en desarrollo, los actuales 17 ODS se pensaron y diseñaron por y para todos países”, comentó.
¿En quién o qué entidad dentro de la compleja y desarticulada estructura de gobierno, puede trabajar y operar una hazaña de esta envergadura?, cuestionó José Carmelo Zavala, quien cursó en el Colegio de México el Programa LEAD, para líderes comprometidos con el desarrollo sustentable.
Opinó que no existe una entidad capaz de operar esa gigantesca encomienda y sin voluntad política nada será posible, por lo que quizá funcionaría tener una Secretaría de Desarrollo Sostenible, un gabinete de Desarrollo Sostenible, una Comisión intersecretarial o un Consejo de Desarrollo Sostenible con decisiones vinculantes en los 3 órdenes de gobierno.
“Había Consejos Consultivos para el Desarrollo Sustentable (CCDS) que, aún sin ser vinculantes como debían, fueron suficientemente incómodos para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en el gobierno federal anterior, tanto que el secretario Rafael Pacchiano echó a la basura más de 20 años de participación social, bueno, lo intentó”, dijo.
Tal vez, continuó Zavala Álvarez, la principal razón fue el alcance de los CCDS, no tenían interlocutor válido en la estructura de gobierno; la Semarnat no ha sido una Secretaría que pueda liderar toda la política pública hacia el desarrollo sostenible, requiere transformar sus competencias en una visión completa, de gestión estratégica para el desarrollo sostenible.
Con mayor agilidad, agregó el director del CIGA, algunos gobiernos estatales ya tienen el Desarrollo Sostenible en un nivel de Secretaría y esto también se refleja en gobiernos municipales, que han sumado a sus estructuras un área de gestión ambiental del desarrollo, saliéndose de la tradicional y anquilosada referencia de la administración pública.
“La desigualdad debe ser combatida con determinación, con firmeza, dando el ejemplo personal cada día, a la vista del público, con transparencia, para reconstruir la credibilidad, la confianza en los gobiernos, todos, generar más riqueza sin distribución es el modelo viejo que no funcionó”, finalizó.