ENSENADA, JUNIO 3, 2019.- En la novena edición del afamado concurso internacional de vinos en New York (International Wine Competition), la vinícola bajacaliforniana Montero, logro ser nombrada como la mejor vinícola del 2019 en la categoría de mezcla de tintos y el primero de sus vinos de nombre Valencia 78, ganó la medalla de plata en la misma categoría, obteniendo una evaluación de 92 puntos entre los más de mil 400 vinos procedentes de 24 países que participaron en la competencia.
Este vino podrá ser todo un misterio para muchos mexicanos, pero no así para los jueces internacionales que encontraron en su elaboración, cuidado de la uva y proceso en el Valle de Guadalupe, Baja California, todo un arte nacional para la elaboración de su mezcla de tinos, que no le pide nada a las grandes marcas en el mundo.
El concurso internacional de vinos de Nueva York (NYIWC por sus siglas en inglés), es una de las principales competencias que se organizan de este tipo en el continente americano, destacándose por que el panel de los jueces que evalúan los vinos no solo es integrado por expertos en el ramo, sino por verdaderos compradores de esta bebida.
En su novena edición, compradores de las principales tiendas minoristas, sommeliers, dueños de restaurantes, directores de bebidas de hoteles, distribuidores e importadores, evaluaron más de mil 400 etiquetas de vino distintas procedentes de 24 países de las regiones vitivinícolas de todo el mundo, resultando la mezcla de Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon de Hacienda Montero como una de las mejores evaluadas y la segunda mejor en su categoría.
En entrevista, el director de relaciones públicas de la vinícola, Alberto Lizarraga Gutierrez agradeció el premio otorgado al vino por parte del New York International Wine Competition, sobre todo al ser la opera prima de esta casa vinícola que también resultó con la distinción de ser nombrada como la mejor vinícola en Baja California en la categoría de mezcla de tintos durante la competencia.
“Es un proyecto que inició hace más de 6 años, comenzó con el sueño de poder crear vinos con un sello muy particular, en donde el cuidado del vino comenzara desde la selección del terreno, la plantación estratégica de todas las cepas y una serie de cuidadosas medidas en la cosecha, lo mismo en la elaboración del vino, esta fue nuestra primera añada y precisamente en los próximos días continuaremos con el embotellado de la nueva añada esperando mejorar aún más los resultados de nuestra ópera prima”, señaló.
La vinatera es joven, dinámica y con mucha proyección para el mercado local, pero como nadie es profeta en su tierra, sus éxitos han comenzado en el mercado abierto, compitiendo con las grandes casas vinícolas y esto apenas es el inicio de un brillante futuro para orgullo de los Bajacalifornianos que ahora tienen una medalla de planta mundial, en la bolsa.