NUEVA YORK, JUNIO 5, 2018.  El productor de cine Harvey Weinstein ha dado un nuevo paso en el proceso penal en su contra. Este martes, el tribunal penal en Manhattan le dictó formalmente los tres cargos de los que se le acusa, dos por violar a una mujer en 20013, y otro por agredir sexualmente a otra en 2004. Weinstein, que está en libertad tras pagar una fianza de 10 millones de dólares, se declaró “no culpable”.

Es la segunda vez que Weinstein acude a la corte. La primera fue el 25 de mayo, un par de horas después de entregarse en una comisaria de policía en el barrio de Tribeca. La vista estaba fijada en un principio para el 30 de julio, pero se adelantó después de que el Tribunal Supremo de Nueva York le imputara la semana pasada por los tres delitos que presentó la fiscalía.

Harvey Weinstein, de 66 años de edad, llegó al tribunal acompañado por su abogado a penas cinco minutos antes de la hora fijada para la vista. No hizo ningún comentario al entrar ni al salir, en un trámite que se prolongó durante escasamente media hora. La próxima comparecencia está prevista para el 20 de septiembre.

El productor tenía que escuchar del juez los cargos por los dos casos por los que eventualmente se someterá a juicio. La fiscalía no nombró a las víctimas en este primer proceso de la era #MeToo. Uno se refiere a una violación en primer y segundo grado que tuvo lugar en 2013. El otro coincide con la denuncia de la actriz Lucia Evans, a la que forzó a practicar sexo oral en 2004.

Harvey Weinstein se enfrenta a hasta 25 años de cárcel. Benjamin Brafman, su abogado, ya anticipó que se declararía inocente porque asegura que las relaciones fueron consentidas. Más de 70 mujeres le acusan públicamente de abusos sexuales, que el empresario niega. Hay investigaciones en Los Ángeles y Londres. El viernes se sumó una nueva demanda en Nueva York por violación.

La última víctima es Melissa Thompson y el asalto que denuncia se produjo en 2011. Como en otros casos, nunca lo denunció a la policía porque temía que el productor destruyera su carrera. “Buscamos justicia para todas las mujeres que fueron explotadas sexualmente por Harvey Weinstein”, asegura su abogada, que cuenta con el apoyo de dos mujeres más en su acción legal.

Benjamin Brafman califica las alegaciones por violación de “absurdas” y por eso trata de que se desestimen los cargos antes de llegar a juicio. Al mismo tiempo, cuestiona que su cliente pueda tener un proceso justo por la influencia del movimiento #MeToo.

El fiscal Cyrus Vance da por hecho que la estrategia de la defensa será tratar de atacar la integridad de las víctimas y del sistema legal.

Con información de El País