TIJUANA, AGOSTO 17, 2020. Para constatar el notorio avance que
lleva el desazolve del Río Tijuana y Arroyo Alamar, el Gobernador del Estado,
Jaime Bonilla Valdez, urgió en la necesidad de acabar con los escurrimientos de
aguas contaminadas que desembocan en la Presa Abelardo L. Rodríguez,
provenientes de desarrollos habitacionales.

Durante el sobrevuelo por helicóptero, acompañado del responsable del área
técnica de la Secretaría para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua
(SEPROA), Rigoberto Laborín Valdez, revisaron parte de la infraestructura hídrica
de la ciudad, pasando por la planta de tratamiento “Arturo Herrera”, que tiene una
capacidad de 480 litros por segundo.

Al llegar hasta la zona de “Punta Bandera” (sitio de tiro de los desechos del canal),
Rigoberto Laborín agregó que esta zona era conocida como el mejor centro de
capacitación de la paraestatal en México, pero quedó en el abandono, no
obstante, comentó que la planta situada en esta zona estaba en perfectas
condiciones en el año de 2003 y 2004.

Laborín Valdez adelantó que se evalúa una propuesta de una empresa de
construir una planta de tratamiento de aguas residuales sin costo, donde la
Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), les vendería el agua
y ellos la mandarían al Valle de Guadalupe.