TIJUANA, AGOSTO 10, 2021.- Los trabajadores de la salud no han sido exentos de los efectos adversos relacionados a la pandemia por COVID-19, tal es el caso de Gabriela Gómez Morales, trabajadora administrativa del Hospital General de Tijuana, quien desarrolló la enfermedad en su estado grave y logró salvar su vida con el apoyo de sus compañeros de trabajo.

Relató que, fue el 31 de agosto del año 2020 cuando inició con síntomas relacionados a esta enfermedad infecciosa, entre los cuales se encontraban agotamiento en exceso, somnolencia y pérdida del apetito.

“A inicios de septiembre fui al filtro respiratorio del Hospital General para que me valoraran. Me tomaron los niveles de oxigenación (salió baja) y me realizaron una tomografía de tórax. Fue en ese momento cuando los médicos decidieron ingresarme al servicio de urgencias. Sí sentía temor”, expresó Gabriela Gómez.

Tras agravarse su estado de salud, debió ser hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos donde permaneció en ventilación mecánica y, posterior a 46 días de atención médica continua, pudo egresar del hospital por mejoría.

“Mis compañeros siempre estuvieron pendientes de mi estado de salud. Me decían que estaban haciendo todo lo humanamente posible para lograr mi recuperación. Realmente y de corazón, estoy muy agradecida con cada uno de ellos. No hay palabras. Dios los bendiga a todos”, mencionó.

Al encontrarse en óptimas condiciones de salud y al haber recibido su esquema completo de vacunación, Gabriela Gómez se reintegró a sus funciones a la unidad hospitalaria y actualmente se encuentra como trabajadora administrativa en el Banco de Sangre del HGT, en el área de recepción.

“Dios me dio una segunda oportunidad para poder mejorar y ayudar a las personas que lo necesitan. A la comunidad quiero externar una invitación a que se sigan cuidando contra esta pandemia, usando su cubrebocas correctamente y siguiendo el resto de las recomendaciones de prevención”, concluyó.