TIJUANA, ENERO 31, 2020/DTJ.- El jueves 30 de enero un bebé de 1 año con 11 meses de nacido se quemó al derramarse agua hirviendo en cara y cuerpo.

Los padres del niño, Antonio Jafet Eusebio Domínguez, desayunaban mientras preparaban agua caliente para hacer café. Una escena cotidiana que terminó en desgracia pues en un descuido el pequeño que ya daba sus primeros pasos, se echó el líquido encima.

De inmediato lo llevaron a la farmacia más cercana donde había un pequeño consultorio médico. El encargado del consultorio llamó de inmediato a la Cruz Roja para que atendiera la emergencia.

Así, la ambulancia llegó hasta el Bulevar Simón Bolivar donde el pequeño lloraba de dolor y a simple vista se le notaban quemaduras en rostro y cuerpo.

En el hospital de emergencias de la Benemérita Institución el niño fue atendido y estabilizado en quirófano, un equipo administrativo de la Cruz Roja se encargó de echara a andar el protocolo de contacto con los Shriners a fin de atender de inmediato las lesiones del bebé.

Los padres originarios del estado de Puebla, son migrantes, llegaron a estar frontera para abrirse paso y jamás pensaron que llegarían a estar en una emergencia de tal magnitud pues quemaduras de esta naturaleza, además de ser muy dolorosas y dejar marcas imborrables pueden llegar a quitarle la vida a cualquier paciente por infección o pérdida de líquidos al afectar la epidermis, de acuerdo con la explicación de los especialistas.

La mañana de este vienes 31 a las 11:15 horas, una institución privada contratada por Shriners se encargó de el traslado  para cruzar la frontera en tanto el Hospital de los benefactores Shriners en Sacramento se harán cargo de recibirlo y brindar el costoso tratamiento.

La valoración de los médicos estadounidenses será crucial.

Cruz Roja ha cumplido con atender una emergencia que nos hace pensar en su entrega y profesionalismo.

Shriners toda una institución en atención o de niños quemados en el mundo ha respondido con solidaridad y amor al pequeño Antonio Jafet cuyo futuro está completamente en sus manos.

Su condición es estable, con muchas posibilidades de superar sus quemaduras a través de tratamiento injertos y toda la tecnología así como medicamentos que dicho sea de paso aún no tenemos en Baja California donde nadie está exento de que le pase algo similar.

Si quiere donar a Shriners este es su contacto: