TIJUANA, JULIO 25, 2019.- Amena resultó la reunión entre el gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, y el Arzobispo de Tijuana, Monseñor Francisco Moreno Barrón, quien ponderó los programas sociales que pondrá en marcha la próxima administración estatal para atender necesidades apremiantes de la población.

Además de compartir el mutuo interés por desarrollar acciones enfocadas a sectores marginados, donde las familias carecen de los servicios más elementales y enfrentan precaria condición económica, coincidieron en la necesidad de atender el flujo migratorio que crece por la llegada de centroamericanos o las deportaciones de Estados Unidos.

El encuentro de cortesía tuvo lugar en las instalaciones de PSN, donde tiene sus oficinas particulares el mandatario entrante, quien recordó cómo fue que donó la casa familiar, ubicada en la colonia Libertad, a la Madre Teresa de Calcuta, para convertirla en sede de orden religiosa.

Fue respaldado en la narrativa de esta altruista acción por su hermano Alberto Bonilla Valdez, presente en la reunión. La charla se tornó agradable con las anécdotas compartidas, pero también con la coincidencia en los objetivos de programas sociales.

El gobernador electo Bonilla Valdez, comentó en la transmisión en vivo a través de su página de Facebook, “…Estamos de manteles largos en reunión con la presencia del Monseñor Francisco Moreno Barrón, arzobispo de la Arquidiócesis de Tijuana”.

El prelado católico, quien comentó que llegó a Tijuana hace tres años, para asumir la titularidad de la Arquidiócesis, después de haber estado once años dos meses en la Diócesis de Tlaxcala; antes había sido Obispo Auxiliar en Morelia durante seis años y medio.

En ese tono de la plática, el próximo mandatario le recordó que lo conoció en un restaurante de Tijuana; y, dijo al arzobispo católico que está por tomar posesión del cargo de gobernador de Baja California y que espera que puedan apoyarse mutuamente para atender numerosas y apremiantes necesidades que tiene la población.

“Las familias de colonias marginadas o en zonas muy alejadas, enfrentan un problema social muy arraigado, extremadamente agravados por las circunstancias económicas y, por otro lado, tenemos la llegada de nuestros hermanos migrantes que vienen de Centroamérica, además de quienes son deportados por autoridades migratorias norteamericanas.

En este tema, el futuro gobernador Bonilla Valdez, dijo al arzobispo Moreno: “…estamos instalando por parte del gobierno un total de 15 albergues y otros espacios que no están catalogados como albergues pero que nos sirven para atender a estas personas, con absoluto respeto a su dignidad y a sus derechos humanos…”.

También le explicó a detalle las propuestas que implementará a partir del 1 de noviembre entrante, cuando asuma la jefatura del Ejecutivo estatal, para dar cumplimiento a sus compromisos de campaña, como es el de entregar gratuitamente desayunos, uniformes y útiles escolares a los alumnos de escuelas primarias oficiales.

Otros programas gubernamentales del próximo gobierno de Baja California, sumados a los que ya está desarrollando el nuevo régimen federal, llamaron la atención del arzobispo Moreno Barrón, quien los ponderó y elogió el esfuerzo que tendrá como beneficiario común las familias bajacalifornianas.