WALES, G.BR., ABRIL 15, 2018.  Meghan Markle y el príncipe Harry, demuestran una vez más que no están dispuestos a cumplir con las reglas establecidas. Así pues, el pequeño hijo de Lady Di y Carlos de Inglaterra, continúa con su real ‘desobediencia’ al saltarse la distinción entre los fotógrafos de bodas y los que la gente considera serios.

Para la gran boda del año, que se celebrará en la capilla de St. George el próximo 19 de mayo, el encargado de documentar todo lo que ocurra entonces, será Alexi Lubomirski, un célebre fotógrafo que nunca trabajó en un evento de este tipo.

Aunque su nombre no sea muy conocido, sus trabajos más recientes sí lo son. Él es el responsable de la famosa portada en la que Jennifer Aniston presumía su mansión, horas antes de anunciar su ruptura con su marido Justin Theroux. Además, en su portafolio se ven caras tan conocidas como las de Gigi Hadid, Selena Gómez y Julia Roberts.

“No podría estar más contento o sentirme más honrado de fotografiar esta ocasión histórica. Después de haber hecho las fotos del compromiso del príncipe Harry y la señorita Markle, me hace muy feliz poder ser testigo de nuevo del siguiente capítulo de su maravillosa historia de amor”, escribió junto a la fotografía que confirmaba su presencia en el enlace real.

Una vez más, la pareja ha ‘desobedecido’ las tradiciones familiares con las que sí cumplió el hermano de Harry, cuando en 2011 el príncipe William y Kate Middleton se casaron. Las fotos oficiales de la boda y de la fiesta posterior, las firmó Hugo Burnand, el mismo que había fotografiado el enlace entre su padre el príncipe Carlos y Camila Parker-Bowles años antes.

Las trabas

El príncipe Harry ha pasado muchas trabas para poder unir su vida a la de una mujer estadounidense, con sangre afroamericana y divorciada. La Reina no podría estar más incómoda con esta boda que a pesar de las cejas elevadas que ha conseguido, habrá de realizarse este próximo mayo.

Con información de Vanity Fair