NUEVA YORK, DICIEMBRE 13, 2018.- La guerra interna entre la cúpula política de Estados Unidos está ahora girando en torno a muros, murmullos sobre juicios políticos y criminales, y la curiosa aceptación de que en Washington ya no se comparte una realidad basada en los hechos.

Donald Trump, en respuesta a opositores que se burlaban por su berrinche amenazando clausurar el gobierno si el Congreso no le aprueba los fondos que desea para la construcción del muro fronterizo, y recordando que él dijo que México era quien pagará, emitió un tuit declarando que cumplirá con esa promesa ya que “nunca ha cambiado” y explicó que “nuestro nuevo acuerdo con México (y Canadá), el USMCA, es tanto mejor que el viejo y muy caro y anti EU acuerdo NAFTA, que con sólo el dinero que ahorraremos, ¡MÉXICO ESTA PAGANDO POR EL MURO!”.

No explicó como es que está dispuesto a clausurar las operaciones del gobierno federal de su país si el Congreso no otorga los fondos para el muro, ya que según el mismo, el muro ya lo está pagando México, señalaron algunos legisladores opositores al proyecto.

Fue hasta este jueves que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders difundió la única referencia a la llamada telefónica del miércoles con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en la cual no hay referencia al muro. Comunicó que los dos presidentes hablaron sobre las “relaciones positivas” entre ambos países y la necesidad de “abordar la migración ilegal de Centro América a Estados Unidos abordando los generadores de migración, tal como la inseguridad y el estancamiento económico”.

Esta tarde Trump retomó el asunto del muro y difundió un video por tuit señalando que los demócratas eran “hipócritas” porque habían apoyado muros en el pasado, y llamó a que evitaran un cierre del gobierno (https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1073327086037741568/video/1) Trump está exigiendo 5 mil millones de dólares para su muro en 2019. Los demócratas han limitado a 1.3 mil millones de dólares los fondos que están dispuestos a pagar por el muro y otras medidas de seguridad.

No mencionó el asunto sobre si México pagará, pero advirtió que “tenemos que tener el muro. Necesitamos seguridad fronteriza. Lo que se requiera para obtener seguridad fronteriza, yo lo haré”.

-Jaques legales-

Mientras que el muro podría o no ser pagado por el país vecino, los murmullos sobre un juicio político y/o criminal contra Trump se escuchan en todas las esquinas de Washington y otras partes del país.

Ante ello, Trump rompió su silencio sobre la condena penal de su ex abogado personal Michael Cohen que lo implica en delitos electorales, subrayando este jueves en entrevista con Fox News que “yo no hice nada mal”. Explicó que “nunca le ordené que hiciera algo mal. Lo que sea que hizo, lo hizo solo. Es un abogado. Un abogado que representa a un cliente debería hacer lo correcto. Es por eso que se les paga mucho dinero….”

Los fiscales federales han afirmando que Trump dio instrucciones directas a Cohen para hacer pagos a dos mujeres a cambio de su silencio sobre sus aventuras sexuales con el magnate. El hasta hace poco leal operador personal de Trump fue una vez más caracterizado por su ex jefe como alguien menor que “hizo trabajo de muy bajo nivel” y que fue un error haberlo contratado. Repitió que los cargos contra Cohen no tenían ninguna relación con él, con la excepción de cargos de violación de leyes sobre financiamiento de campañas los cuales no deberían ser “criminales” y que solo están ahí “para avergonzarme”.

Pero tal como ha sucedido casi todos los días, hoy hubo más revelaciones contra el autoproclamado inocente perseguido.

Por un lado, Trump estaba presente cuando su entonces abogado Michael Cohen y el empresario mediático David Pecker estaban conspirando sobre como comprar el silencio o censurar versiones de mujeres con quienes sostuvo relaciones sexuales en el pasado para evitar que dañara su campaña presidencial, confirmó NBC News. Trump ha insistido que nunca estuvo personalmente involucrado con ningún pago.

Pecker hasta ahora fue uno de los aliados más cercanos a Trump, y el anuncio de que su empresa, American Media Inc (cuya publicación más famosa es el tabloide de escándalos National Enquirer) está cooperando con fiscales fue muestra de que otra figura más del entorno de Trump se ha volteado en su contra. La empresa confesó que pago 150 mil dólares a una de las mujeres por su versión en exclusiva de su relación sexual con Trump para asegurar que nunca sería publicada en ningún medio.

Por otro lado, fiscales federales en Nueva York están investigando si el comité de su inauguración presidencial malgastó parte de los 107 millones millones que recaudaron de donaciones, reportó el Wall Street Journal. La investigación también está indagando sobre si algunos donantes ofrecieron contribuciones a cambio de favores políticos y acceso al gobierno entrante.

Trump también hizo referencia este jueves al caso de su ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien está cooperando con la investigación sobre posible colusión de la campaña de Trump con los rusos como posible obstrucción de justicia encabezada por el fiscal especial Robert Mueller. Flynn admitió culpabilidad de mentir a autoridades federales sobre sus contactos con oficiales rusos. “Le dieron un gran arreglo porque estaban avergonzados por la manera en fue tratado”. Acusó que Mueller está obligando a que la gente mienta sobre sus actividades. “Quieren asustar a todos para que fabriquen historias que no son la verdad”, escribió en un tuit.

Y para acabar como casi siempre, en seguida envío otro tuit reiterando que todo esto es “una cacería de brujas”.

-Risas y rusos-

El brujo perseguido ofreció varias razones por las cuales se admira en su entrevista con Fox News, entre las cuales: “Pienso que tengo la cara mas grandiosa en la historia de la política. Tengo a gente que quiero y que me quiere, francamente eso incluye muchas mujeres….”.

Una mujer que podría enredar aun más todo el cuento de la influencia rusa en la política estadunidense, aunque por ahora no ha mencionado a Trump (pero sí a sus filas leales) es Maria Butina quien se sospecha es una “espía”.

Este jueves se declaró culpable en un tribunal federal de intentos de infiltrar a círculos políticos republicanos para influir en las relaciones con Moscú. “Butina buscó establecer líneas de comunicación no oficiales como estadunidenses que tenían poder e influencia sobre la política estadunidense”, acusaron los fiscales. Entre los giros que infiltró, la Asociación Nacional del Rifle y el Desayuno de Oración Nacional. Su caso no está relacionado con la investigación dirigida por Mueller, pero sin duda provoca más sospecha sobre la mano rusa en la política estadunidense bajo este presidente.

Mientras tanto, el presidente canceló la fiesta navideña de la Casa Blanca para la prensa que cubre esa fuente, tradición de décadas.

Con información de LA JORNADA