TIJUANA, EP, 08/12/2018.- Al asistir al deportivo Benito Juárez, donde permanecen aproximadamente 500 migrantes centroamericanos que no aceptaron la reubicación a El Barretal, el padre Alejandro Solalinde, reveló que cuando la caravana ingresó a nuestro país logró desarmarlos “porque traían armas blancas. Llené dos bolsas de armas que voluntariamente me entregaron”.
El activista, quien principalmente ayuda a los migrantes que buscan, a través de nuestro país, llegar a los Estados Unidos, los justificó al decir que “venían armados porque vienen de lugares donde la violencia es muy alta y porque lo tenían que hacer para proteger a sus familias” a lo largo del trayecto que habrían de recorrer para cumplir su cometido.
En una improvisada entrevista al momento de arribar a la calle 5 de Mayo, en la Zona Norte de esta ciudad, también informó que los convenció para que se trasladaran a la ciudad de México, donde se hizo un censo de todos los centroamericanos que formaban esa caravana migrante.
Sin embargo, critica al Instituto Nacional de Migración (INM) porque no ha logrado censar a la totalidad de los migrantes centroamericanos que se encuentran en nuestro territorio nacional, porque eso ha creado mucha confusión.
Asimismo, recordó que en su momento denunció al grupo Pueblo Sin Fronteras, por la manipulación que hacía para que decidieran hacer o moverse a los lugares donde ellos les aconsejaban, aun poniendo su vida en peligro y sin que hubiesen bases para que con seguridad pudieran avanzar en su camino hacia el objetivo que les trazaron, que era llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, para solicitar asilo político.
Aunque le insistimos en que la mayoría de los migrantes hondureños, salvadoreños y guatemaltecos venían engañados por sus guías, el religioso no quiso opinar al respecto, incluso le hicimos hincapié en un caso donde una mujer fue incluida a la caravana por la fuerza, evadió el tema para reiterar que su presencia en ese lugar era para buscar convencerlos a que acepten el traslado a otro lugar.
Fue claro al decir que los iba a invitar a que acepten el traslado a otro albergue y para ello se ofreció a buscar un lugar para que en él estuvieran solamente los que se mantienen en casas de campaña frente al deportivo Benito Juárez, porque consideró que hay cierta rivalidad entre los que ya están en El Berretal y los que se resisten a reubicarse.
Su intención de convencerlos para que se muevan de ese lugar, también obedece a que el gobierno municipal ya les dio plazo hasta este lunes para trasladarse a El Barretal o a otro lugar, donde a ellos convenga, porque si no lo hacen serán desalojados.