CIUDAD DE MÉXICO, MAYO 11, 2020.-  La industria automotriz mexicana enfrenta presiones del extranjero para abrir a más tardar el 18 de mayo, por lo que espera obtener el aval del Consejo de Salubridad General para reanudar operaciones esta misma semana, aún con 20 días por delante para que termine la contingencia por Covid-19 en México, informaron dirigentes del sector.

“En las conferencias diarias que lleva a cabo el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha hablado que la industria automotriz será de los primeros sectores en abrir, pero fechas exactas no las tenemos y presiones por parte de nuestros clientes en Estados Unidos, en Europa y Asia pues sí las tenemos. Existe la urgencia de todos por saber cuándo podemos reabrir operaciones”, declaró Fausto Cuevas Mesa, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

En las últimas semanas, las presiones a la industria automotriz desde el extranjero y de ésta al gobierno para reactivar las plantas y con ello la cadena de producción global han incrementado. Una vez pasados los picos de emergencia sanitaria en China y Estados Unidos, ahora se pide a México abrir operaciones a días de registrar el nivel más alto de contagios de Covid-19.

La industria viene de reportar en abril caídas sin precedentes. La producción se redujo 98.5 por ciento; las exportaciones en 90.2 por ciento y las ventas en el mercado interno lo hicieron en 64.5 por ciento.

En Estados Unidos la caída de los suministros de la industria mexicana fue las más pronunciada, por arriba de las de Alemania, Japón y Corea.

Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones, detalló que en abril la producción de vehículos pesados cayó 76.5 por ciento. Dijo que buscan reanudar la producción entre el 13 y 18 de mayo porque todas las plantas similares en Estados Unidos ya están abiertas.

Oscar Albín, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes, sostuvo que la caída de abril ha sido tal, que en el mejor de los casos se espera cerrar en este sector con un retroceso de 30 por ciento, a pesar de que el sector puede tener un impulso por la entrada en vigor del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y las reglas de contenido regional en automotores, así como nuevos “regionalismos y nacionalismos” por parte de Estados Unidos.

Por su parte, Fausto Cuevas resumió: la industria automotriz busca “certeza” sobre cuándo comenzar a operar, y cómo hacerlo de manera coordinada, porque los recursos que llegan por este sector “no son inversiones especulativas”. La coyuntura actual puede dar paso a problemas legales por incumplimientos de contratos y la pérdida de clientes.

“No es nada fácil cambiar un fabricante de autopartes que está aprobado y produciendo” pero no es imposible, respaldó Albín. “Nadie va a quedar sin producir un vehículo o un tractocamión” y la posibilidad de que algunas contratos salgan del país es amplia.

Información de LA JORNADA