TIJUANA, JULIO 21, 2020.- El gobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez hizo el compromiso de atender la necesidad de los indigentes que viven a lo largo del Río Tijuana y el Río Alamar.
Una decisión jamás tomada por una administración gubernamental en décadas para resolver un problema social tan complejo como peligroso.
Esta mañana de martes durante la presentación del Secretario del Agua, Salomón Faz al abordar los avances de la limpieza del cause de los Ríos contaminados que escurrían aguas negras al Océano Pacífico; Bonilla describió lo que parecía ser una oficina-casa-habitación de una persona que se instaló en una compuerta:
Aquí vemos -narró- su librero, un salvavidas, una silla ejecutiva, un escritorio, un termo, (la trusa roja, hizo notar Salomón Faz) otro termo, por si se le pierde el otro, herramientas y un tendedero porque laba su ropa con el agua que de ahí va saliendo. El agua la tomaba después de hervirla…
Así continuó el gobernador (en un tema que antes era una simple “pérdida de tiempo”) las personas que viven en el canal vamos a atenderlos, no los vamos a aventar por ahí.
Es importante recordar que la indigencia en Tijuana ha sido tratada con total negligencia. En los 90´s eran arrestados y llevados hacia Tecate para dejarlos a su suerte en la vía hacia Mexicali. En el 2000 por instrucciones de la alcaldía eran capturados y retenidos en separos de la Policía Municipal en el 2010 retirados del canal para que más tarde se acomodaran en campamentos. Muchos han muerto de diversas maneras: asesinados en riñas, atropellados, por enfermedades gastricas, ahogados en el río, por cáncer, sobredosis en fin. Eliminados por su condición de calle y vulnerabilidad debido a sus adicciones.
Sacarlos del bordo es atentar contra el negocio del narcomenudeo que ha permanecido en el punto por décadas bajo el consumo de fentanilo, cristal, marihuana y heroína.
La instrucción gubernamental es asistir a los enfermos, a los indigentes que realmente son migrantes, por tanto serán llevados al Centro para Atención de Migrantes que se instaló en una nave industrial en las proximidades de Cerro Colorado.