TIJUANA, JULIO 13, 2020.- Desde una terraza humilde un niño que le rasca al cazo de los frijoles jamás imagina que llegaría a ser el gobernador de su estado, Baja California.
Esta mañana, el jefe del Ejecutivo Estatal presentó una serie de imágenes que dan pista acerca de quién es la persona que gobierna actualmente el estado. La imagen muestra un pequeño de escasos dos años en promedio que se lleva el pulgar derecho a la boca, camiseta blanca, tal vez en calzones del mismo color y botita de agujetas. Se encuentra sentado en un piso de tierra que contrasta con la inocencia del pequeño.
Como muchos otros niños en aquella, incipiente Tijuana de los 50´s el pequeño Jaime se formó en un paralelismo: su desarrollo de infante y la juventud de una ciudad fronteriza que se iba expandiendo.
En la conferencia de este lunes, el gobernador Jaime Bonilla Valdez, le compartió a su auditorio, la Imágen de unas tablillas de madera, sostenidas por dos largas trabes que las mantienen unidas.
“Por eso los niños me dicen Jaime”, explicó el tijuanense al tiempo de mostrar su orgullo de haber nacido en la Colonia Libertad donde, junto a sus 10 hermanos aprendió a ser solidario en la defensa de sus hermanos más chicos, y a ser profundamente amado, sobre todo por su hermano mayor (Alberto Bonilla) quien “nos pagó la escuela a los más pequeños”, dijo.
El gobernador goza de grandes amigos, algunos desde la infancia y otros que conoció en el camino; pero también tiene detractores que jamás comprenderán la trayectoria y sus orígenes en la lucha por la supervivencia y las necesidades sociales. En medio de calles sin pavimentar, el rehuso de la ropa que dejaban los más grandes, para usarla como suya y luego heredarla, otra vez a los más pequeños. Mientras su papá trabajaba en una estación de radio y a su vez siendo militar hacía otros trabajos, pues el dinero no le alcanzaba para tantos hijos.
La justicia social no se aprende en la Universidad, ni en las clases de oratoria, se vive en carne propia para que no se olvide el origen: “No olvido de dónde vengo para no perderme a donde voy” ha comentado a sus amigos más cercanos y ahora lo hizo con la sociedad que lo ve diariamente en su reporte gubernamental.
También presentó una imagen, que siempre le conmueve: la de sus padres, la señora Concepción “Conchita” Valdez y Don Alberto Bonilla.
El hombre que ha protagonizado luchas encarnizadas con los que no pagan en Baja California, los ex funcionarios que echaron mano del erario público, el enemigo acérrimo del panismo y las esferas de poder y corrupción que se gestaron este partido, muy similar al PRI de los 80´s; tiene un punto débil, el profundo amor y admiración a su madre. Una mujer de belleza sinaloense, así la definió al presentar su fotografía en las cámaras de la red e Facebook: “Esta belleza, es mi madre… Ahora ven por qué mi padre se enamoró de ella… Esa es mi madre, sinaloense, belleza sinaloense”
Jaime Bonilla se presento en pañales, de un año cuatro meses de edad, en la terraza de su casa, con una de sus grandes aficiones salir a la terraza con el cazo de frijoles que, por cierto uno de sus hermanos Art Bonilla cuenta, “lo hacía muy seguido” Y por ello hoy justificó al recordar que despacha también en la terraza de la CESPT, eso viene de hace años. “Por eso me gusta salir a que me pegue el aire y me gustan los frijoles ya que la cruz de la parroquia no se puede negar”, puntualizó.
A continuación los nombres de los hermanos Bonilla (en orden cronológico):
1.- Alberto
2.- Elizabeth
3.- María de Lourdes
4.- Jesús Manuel
5.- Sara Rosalinda
6.- Jaime
7.- Armando
8.- Héctor
9.- Oscar
Y
10.- Art Bonilla el “artista” de Hollywood.
“Por eso los niños me llaman Jaime, dijo el gobernador porque de niño supe muy bien por las que ellos pasan y por eso siempre que pueda les voy a ayudar”, nos ha comentado en múltiples ocasiones.
Jaime Bonilla es el primer gobernador que instituye desayunos escolares para todos los niños en la primaria y sobre todo, los de escasos recursos en las escuelas. El Coronavirus frenó el programa pero en cambio entregó más de 2 millones de despensas para las familias que perdieron sus empleos o requirieron alimentos. Actualmente el programa alimenticio sigue funcionando con el apoyo de amigos empresarios y una partida gubernamental, además de la donación de su salario como gobernador para la asistencia y organizaciones sin fines de lucro.
Jaime Bonilla ve en cada niño un potencial gobernador y sabe que todos ellos necesitan de un apoyo que los impulse!