En cada jornada, el gobernador de Baja California se reúne previamente con titulares de áreas que participan en la logística de cada sitio de vacunación, para asegurarse de que cuentan con el equipo, el personal y la logística funcional, de modo que la ciudadanía sea atendida con gentileza y respeto.
“Es imprescindible que nuestros abuelitos, sean tratados con respeto y amabilidad”, comentó el mandatario estatal en una de las ocasiones que saludó personalmente y platicó con mujeres y hombres de más de sesenta años, en la fila formada a las afueras del nuevo Centro de Gobierno del Estado, para llegar hasta las enormes carpas cafés donde personal médico les aplicó el biológico.
Cabe señalar que, en los alrededores del nuevo Centro de Gobierno, dispuso el jefe del Ejecutivo el uso de “carritos” eléctricos para trasladar a quienes, por su edad o por alguna discapacidad, no les fue posible aproximarse caminando hasta las mesas de vacunación.
También les obsequiaron agua en botellas pequeñas que estuvieron dispuestas en los llamados “puestos de hidratación” y, después de aplicarles la vacuna a cada quien, les pidieron que permanecieran en reposo y observación para constatar que no se les presentaba reacción biológica alguna.