MEXICALI, B.C., ABRIL 25, 2018. El feminicidio de Valeria Ahumada Jáuregui fue un acto premeditado y planeado, concluyó la Fiscalía del Estado durante la audiencia en la que se vinculó a proceso a Sergio Enrique, novio de la víctima.
El agente del Ministerio Público, Rafael Orozco, presentó a la jueza Sara Perdomino las seis pruebas con las que consideran que Sergio Enrique cometió el feminicidio, entre ellas el testimonio de un amigo de la pareja que estuvo durante las últimas horas de vida de la víctima.
La también testigo Nohemi Guadalupe, mamá de Sergio Enrique, declaró que mientras estaban en su casa en la calle Santa María de la colonia Villas del Colorado, lo sorprendió agrediendo a la víctima en dos ocasiones.
La última se registró el domingo 15 de abril, alrededor de las 5 horas, cuando vio a Valeria tirada en el portón del domicilio, mientras Sergio Enrique encima de ella le cubría la boca y nariz con las manos. Dos horas después estaba muerta.
Dentro de su plan, el imputado solicitó en presencia de su madre un servicio de taxi privado pero a su llegada le dio al chofer otra dirección para recoger supuestamente a otra persona.
En un automóvil de marca Infiniti, color gris, con placas de California, el amigo Oscar se acomidió a llevarlos a casa de Valeria pero Sergio Enrique le pidió parar en una farmacia donde compró una caja de guantes de látex. Después le dijo que condujera a la casa de otro amigo en Misión del Valle.
Valeria y Sergio viajaban en el asiento trasero, cuando se detuvieron en una tienda empezó la agresión: “¿Me vas a decir, sí o no?, es la última vez que te pregunto”. Luego se puso los guantes y empezó a golpearla para después intentar ahorcarla y herirla en el cuello.
Oscar Manuel declaró que le dio una patada a su amigo para detener la agresión, lo que provocó que entre ellos comenzaran a pelear hasta que él tomó una piedra y fue en busca de algo más grande para pegarle. Sin embargo al iniciar su búsqueda observó que la cabeza de Valeria estaba colgando sobre la puerta toda ensangrentada y con marca de corte en cuello.
El imputado le pidió que le ayudara a arrastrar el cuerpo de Valeria a la casa en construcción, pero al negarse lo hizo únicamente él tomandola del brazo y el cabello para después golpearla con una estructura delgada de concreto de 40 cm y encajarle un pedazo de vidrio en el cuello. Todos los objetos llenos de sangre los envolvió en una sudadera.
Ambos huyeron en un vehículo y en una calle de terraceria de la calle San Pedro Mezquital, a la altura de la colonia El Cóndor, tiró la sudadera con las evidencias, donde las encontraron peritos y agentes ministeriales.
El testigo aseveró que después del homicidio quedó en shock y solo cuestionó a su amigo por lo que acababa de hacer, a lo que Sergio contestó que su novia había hablado de más y que si decía algo a las autoridades lo iba a matar para después suicidarse.
De esta forma, tanto la mamá de Sergio Enrique como el amigo fallaron en detener la violencia de la que estaba siendo víctima Valeria, contribuyendo, de forma indirecta y sin quererlo, al brutal asesinato.
El imputado se reservó su derecho de declarar durante estas dos audiencias, por lo tanto solicitaron que se amplíe a seis meses la investigación para determinar si se resuelve en juicio privado o juicio oral.
En la sala de espera del Centro de Justicia se dieron cita familiares y amigos de Valeria Ahumada para exigir justicia con una sanción ejemplar para el que presuntamente ultimó a la víctima de 23 años de edad.