TIJUANA, OCTUBRE 6, 2020.- Con la finalidad de otorgar una atención médica oportuna a los menores con apendicitis aguda, especialistas del Hospital General de Tijuana (HGT) exhortaron a los padres o tutores a acudir a la unidad de urgencias más cercana en caso de que presente los signos y síntomas característicos de esta afección de tipo inflamatoria.

El jefe del servicio de Pediatría del HGT, Oscar Armenta Llanes, comentó que la apendicitis aguda o inflamación del apéndice, representa la primera causa de abdomen agudo en menores de edad, principalmente entre los 10 y hasta los 18 años de edad, la cual se manifiesta por dolor abdominal (localizado en el lado inferior derecho), fiebre mayor a los 38 °C, náusea, vómito, rigidez abdominal y malestar al toser o al movimiento.

Detalló que, una vez en el servicio de Urgencias Pediátricas, el personal de Salud realiza el interrogatorio, exploración física, estudios de laboratorio, de imagenología y se gestiona la interconsulta con el cirujano pediatra.

“Una vez que se confirma el diagnóstico, los sub-especialistas proceden a realizar la extirpación del apéndice, a lo que se conoce como apendicectomía, el cual es el tratamiento de elección para esta enfermedad, y que además es eficaz e implica un bajo riesgo de morbilidad y mortalidad para el paciente”, expresó Armenta Llanes.

Destacó la importancia de brindar la atención hospitalaria en estos casos dentro de las primeras 72 horas (o menos), ya que, de lo contrario, se pueden presentar complicaciones que pueden poner en riesgo la vida del infante, como puede ser sepsis (infección generalizada), choque séptico (disfunción de las células del cuerpo) o falla orgánica.

El Departamento de Estadística del HGT informó que, durante el año 2019, se otorgó atención médica integral a 284 niñas, niños y adolescentes, por apendicitis aguda, de los cuales 170 tenían una edad entre los 10 y 19 años de edad.

Por último, el jefe de servicio y médico neonatólogo, reiteró el llamado a solicitar atención médica oportuna en unidades certificadas, evitando la automedicación, lo que podría “ocular los síntomas” y derivar en complicaciones en la salud del infante.