Tijuana, ABRIL 14, 2018/Amador Rodríguez Lozano.- El Senado es una institución política que nos viene desde la Constitución de 1824. Ciertamente ha tenido muchos cambios. Aunque es una institución que surge en el federalismo norteamericano, en México empezó a funcionar de manera distinta a su homólogo norteamericano. Se dice que los constituyentes de 1824, influidos por el embajador gringo, Joel Roberts Poinsett, quien llevó al Congreso Constituyente una copia mal traducida de la constitución de aquel país, influyó para que los constituyentes de 1824, copiaran el modelo federal gringo, lo que fue muy criticado por Fray Servando Teresa de Mier, quien siempre sostuvo que copiar a los gringos era un error, que era “una imitación extra lógica”. Cualquiera que haya sido su inspiración, el Senado ha estado presente en toda nuestra vida política como nación, salvo de 1857 a 1874, cuando el Congreso Constituyente, lo eliminó de nuestra fórmula legislativa, por considerarlo como un obstáculo y rémora del pasado, que bloqueaba las medidas legislativas que México reclamaba.
Fue el presidente Sebastián Lerdo de Tejada (1872-1876) quien lo regresó a nuestra vida pública, pero ya sin ser representante de los estados de la federacion mexicana, sino como parte del bicameralismo mexicano. Desde 1847, el Senado Mexicano se apartó del federalismo clásico, al darle representación senatorial al entonces Distrito Federal, quien tuvo dos senadores, en la mal llamada Cámara Alta, aunque no era estado. Desde entonces, sólo en la retórica, el Senado es representantes de los estados. En efecto, el Senado dejó ser representante de los estados desde 1847. Al principio, en 1824, como la constitución gringa original, a los senadores los nombraban las legislaturas de los estados, los que hacia lógica con su calidad de representantes de los estados. Con su desaparición en 1857, cuando se mantuvo el estado federal, demostró que no era una institución fundamental del federalismo. Actualmente, se eligen igual que a los diputados y sus requisitos de elegibilidad, son los mismos, salvo la edad.
Hoy el Senado tiene muy importantes atribuciones exclusivas, que lo hacen fundamental para el desarrollo democrático de México. Tiene la exclusividad de analizar la política exterior mexicana; de aprobar los nombramientos de consultes generales y embajadores; ratificar tratados y convenciones internacionales; escoge quienes serán los procuradores general y anticorrupción; a los ministros de la Suprema Corte de Justicia; decide cuándo han desaparecido los poderes de una estado de la república. Atribución que por cierto fue muy utilizada por los presidentes de México, para castigar a sus enemigos o a los que se apartaban de sus políticas, pero que ya no se ha utilizado, en función de la ley reglamentaria de esta atribución , cuya iniciativa fue del presidente José López Portillo (1976- 1982). También ratifica los altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda y es Cámara de Sentencia en un Juicio político; ratifica los grados y ascenso de los coroneles para arriba del Ejército Mexicano, Armada y Fuerza Aérea, nombra a los responsables de ciertos órganos autónomos, como el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, entre otros. Resuelve disputas políticas entre los poderes de un estado; es decir, si se enfrentaran, el Poder Ejecutivo contra el Poder Legislativo local, el Senado resuelve quien tienen la razón. Autoriza el envío de tropas al extranjero y el paso de ejércitos extranjeros en territorio nacional, así como la estancia de escuadras extranjeras en nuestros mares, hasta por un mes y fija la estrategia de seguridad nacional. Estas atribuciones son de las más relevantes, pues muchas de ellas, tocan fibras muy sensibles de la nación y los derechos de los mexicanos.
Por eso, los partidos políticos luchan por lograr la mayoría de esta institución. Una encuesta reciente fija las siguientes posibilidades electorales: Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Nayarit, Nuevo León, Querétaro y Tamaulipas, las encabeza el Frente liderado por el Partido Acción Nacional (PAN) -aunque en Nuevo León, el PAN va solo-. En Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Tabasco y Zacatecas, las encabeza la Coalición con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) a la cabeza. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) sólo va en primer lugar en Campeche e Hidalgo. En Jalisco, el independiente Kumamoto y el PAN, van empatados. Van también empatados , el Frente con Morena en Baja California, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz. Entre Morena con el PRI, Oaxaca y Tlaxcala. Hay empate entre el PAN y el PRI en Colima, Sinaloa, Sonora y Zacatecas. En resumen, en 10 estados domina el PAN y asociados; 9 la Coalición con Morena a la cabeza; 2 el PRI y 11 empatados. Éste es el panorama actual en los 32 estados del país. En el Senado no importa si el estado es chico como Tlaxcala o enorme como el Estado de México, todos los estados , sin importar tamaño, eligen dos senadores de mayoría, aquí lidera el PAN con 20 senadores, puede alcanzar 34 más o si no gana el desempate, en el peor de los casos 17 de primera minoría. Morena y sus aliados: 18 de mayoría y 24 más de mayoría, si gana el desempate, o en el peor de los casos, si lo pierde, 12 de primera minoría. El PRI por su parte, sólo se vislumbra ganar 4 de mayoría. 12 más si gana el desempate o mínimo 6 de minorías. Los 32 senadores restantes son de Representación Proporcional (RP), de ellos, por ser Morena el instituto político que encabeza los estados con mayor número de votos, seguramente se llevará la mayoría de senadores de RP. Vale la pena señalar que, quienes reformaron en 2014 la Constitución para incorporar los candidatos independientes, se les olvido señalar el supuesto de que el candidato independiente gane la elección, como en Jalisco. Quien seria la primera minoría?,Se le daria a quien quedo en segundo lugar? Con ello se perdería un senador en esos estados?, o se le otorgarian al segundo lugar los dos senadores de mayoria? aun y cuando no lo dice la Constitución; sin duda sera motivo de controversia. Hasta el momento, de acuerdo a la encuesta analizada,no es posible determinar, sin error, sin equivocación, quien será la primera minoría en el Senado, porque del análisis anterior se desprende que ninguna coalición ganara la mayoría absoluta, es decir 50 más uno del total de senadores, lo cual permite avizorar un fortalecimiento del Senado y una vigorización de sus atribuciones, al no haber una fuerza dominante que tome las decisiones si sola, lo cual implicara negociación permanente, para ejecutar las importantísimas atribuciones de Senado. Esto podría generar mejores nombramientos, con los cual podríamos tener mejores autoridades, con lo cual los mexicanos saldríamos ganando.