TIJUANA, MARZO 1, 2021.- Los residuos orgánicos deben ser una solución y no un problema, porque si hacemos un mejor manejo de ellos podríamos superar muchos desafíos ambientales en Baja California, afirmó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, titular de la Subsecretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) en el Estado.

En entrevista para el Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), destacó que las distintas corrientes de residuos que se generan en una ciudad pueden tener un mejor destino, articulándose para juntas convertirse en soluciones y no problemas, pero eso requiere dejar de ver a los residuos como basura y valorarlos como subproductos.

“¿Cómo definimos entre lo que es basura, residuo y un subproducto? En la definición está el valor; si los llamamos basura, no tienen valor, pero sí un costo por su recolección, traslado y disposición final; si los llamamos residuos, podemos entonces verlos como subproductos con un valor y entonces el problema se convierte en solución”, consideró.

Explicó que, en esta nueva óptica, los residuos orgánicos que hoy se desechan serían más bien un recurso natural, dado que podría crearse composta al mezclar los restos de comida de restaurantes, mercados, centrales de abastos y casas, con los de la poda de jardinería, el estiércol en establos y los lodos de las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Claro que lo ideal sería que desde casa pudiéramos separar los residuos orgánicos del resto de la basura, aclaró José Carmelo Zavala, que existiera un servicio de recolección por tipo de residuo, pero por lo pronto existen otras formas que podemos aprovechar, porque estas son fuentes de materia orgánica prácticamente limpia.

“Los restos de comida se vuelven basura al mezclarlos con otros residuos, pero en una central de abastos o un mercado hay fruta pasada, hojarasca, hierba, hojas de elotes y otros restos que son materia limpia, sin metales, vidrios o plásticos, así que se puede convertir en composta para mejorar suelo o en biodigestores para producir gas metano”, destacó.

Afirmó que otra fuente de materia orgánica no bien manejada es el estiércol de los grandes establos, como los muchos que hay en El Florido, en la cuenca lechera rumbo a Ensenada y ni se diga en Mexicali, que tiene establos con hasta 90 mil o 100 mil animales, una cantidad casi equivalente al número de personas que habitan un municipio como el de Tecate.

También, añadió Zavala Álvarez, otra fuente es la poda de verde, la poda de jardinería, por ejemplo, de las 50 hectáreas del Club Campestre, las 70 hectáreas del Parque Morelos, las 25 hectáreas del Parque de la Amistad y la de otros parques, así como la de los taludes del río o los camellones.

“Los taludes del río se cortan y se limpian, lo digo entre comillas, lo limpian, luego lo ponen en bolsas negras, es decir, estos residuos se tratan como basura, como un problema y luego hay que llevarlos a enterrar a un relleno sanitario, así es como se hace hoy, quitan la hierba, pero en vez de triturarla y dejarla allí para hacer composta e ir haciendo suelo, se tira”, dijo.

En Tijuana, comentó Zavala Álvarez, hemos visto todas las desgracias que han sucedido con los taludes no estables, por eso antes hemos dicho que las llantas es una manera de estabilizar taludes y de revegetarlos, para que allí se contengan y se vaya haciendo raíz, con sistemas como el patentado por la empresa Yantek.

“En muchos ranchos hay abandonadas montañas de estiércol descomponiéndose, para esta clase de materiales podría haber centros de composteo en distintas zonas de la ciudad, un Centro Urbano de Reciclaje Ambiental que juntara estos materiales orgánicos para hacer composta, producir suelo y revegetar la ciudad y sus taludes”, propuso.

En los cañones de la central camionera o en el bulevar Fundadores, finalizó, hay muchos cañones que pueden ser reforestados, serían luego senderos para caminar o para recreación hoy que necesitamos espacios al aire libre, serían pequeños sitios con jardines de flores para atraer aves y fauna, cambiarían nuestro entorno y el paisaje urbano.

El titular de la SDS, una subsecretaría de la Secretaría de Economía Sustentable y Turismo (SEST), opinó que si en una sola dependencia del gobierno municipal se pudieran articular temas como el medio ambiente, el manejo de los residuos orgánicos y el tema del agua, que incluye a las plantas de tratamiento de aguas residuales, podría avanzarse hacia soluciones.

“Por ley corresponde a los municipios el manejo de los residuos sólidos urbanos, al estado los de manejo especial y al gobierno federal los residuos en cuencas; tal vez lo atrevido sería que los gobiernos municipales pudieran tener una sola dependencia a cargo de la basura, la jardinería, el medio ambiente y, si se animan, hasta del agua”, destacó.

Recordó que los lodos de las plantas de tratamiento de aguas residuales tienen mucha materia orgánica, lo que significa que poseen buena capacidad para generar metano o descomponerse, porque son lodos no solo de sedimento, sino de bacterias que crecieron en la materia disuelta en el agua, así que pueden servir en la mezcla para generar composta.

Este intento de articular, añadió, de actuar con una visión completa, generaría una estructura innovadora en los gobiernos municipales, lo cual permitiría no solo convertir un problema en una solución, sino disminuir las emisiones de metano a la atmósfera, porque la materia orgánica ya no estaría descomponiéndose en el relleno sanitario o en algún tiradero.

“Esta visión de manejo integral contribuiría al desarrollo sustentable y haría que las ciudades puedan cumplir de mejor manera con los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados por la ONU y con los objetivos de los Acuerdos de París, es decir, con los compromisos de los gobiernos locales y de México como país con el combate al cambio climático”, enfatizó.