TIJUANA, B.C., JULIO 13, 2018. El Correo Fronterizo, en entrevista con el Dr. Salvador Cruz, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), especialista en temas de Género y Diversidad Sexual, habla sobre temas como las marchas del Orgullo, crímenes de odio, política y derechos humanos en la comunidad LGBTTTIQ.

El pasado mes de junio se celebró un aniversario más del Día Internacional del Orgullo LGBT+ donde, como dijo Eduardo Galeano, “armados con la bandera del arco iris, símbolo de la diversidad humana, están revolucionando uno de los legados más siniestros del pasado. Los muros de la intolerancia están empezando a desomoronarse. Esta afirmación de la dignidad, que nos dignifica todo, nace del coraje de ser diferente”.

Sin embargo, ser diferente ha ocasionado que los grupos conservadores violenten de maneras atroces a las personas que pertenecen a grupos vulnerables por cuestiones de género, de raza, de identidad, orientación o preferencia sexual.

El Correo Fronterizo: En junio de 1979 se realizó la primer Marcha del Orgullo Homosexual. Pasaron 20 años para que la marcha convirtiera en “La Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual y Transgénero”, ahor, cerca de cumplirse otros 20 años, ¿cuál es la realidad que viven los miembros de la comunidad LGBT? ¿se han dado las condiciones para integrarlos o integrarseen en la sociedad o sigue siendo una lucha en proceso?

Dr. Salvador Cruz: Las primeras protestas que hubo sobre la opresión y criminalización de la población LGBT son a raíz del escándalo en el bar Stonewall, en Nueva York en 1969. Justamente en México se celebró el año 40 de la marcha.

Pero, ¿qué se ha perdido o qué se ha ganado en todos estos años de lucha?

En primer lugar, una visibilidad a través de protestas en contra de la opresión del patriarcado que criminaliza a la población gay/lesbiana/travestis, así como de mostrar la extorsión por parte de los grupos policiales que efectuaron redadas en sitios donde se reunía la población LGBT.

Con los cambios y las mejoras que se han hecho en cuanto a respetar los derechos humanos de las poblaciones vulnerables, se han ido incrementando otras demandas por el derecho que tiene toda persona, todo ciudadano en un país democrático: derechos civiles, el derecho al matrimonio y adopción.

Inclusive, ahora se está trabajando en cambios en términos legislativos para el reconocimiento de la identidad de género de transexuales, para que se puedan cambiar las actas de nacimiento, además, se está luchando por toda la atención a la salud, no solamente por el VIH-Sida o la hormonización o tratamiento de personas transexuales, sino en materia de vejez de la comunidad LGBT.

La lucha y las demandas han cambiado pero aún hoy se sigue discrimanndo y se siguen violentando a las personas de la población LGBT+, porque se le han ido acumulando una serie de identidades.

La violencia puede ir desde la discriminación más sutil hasta los crímenes de odio más brutales.

Estas demandas de las minorías sexuales de luchar por sus derechos, es algo que nos puede inquietar, pero tenemos que comprender que es un producto social y un producto humano. Somos diversos y tenemos que estar en una sociedad que garantice los derechos de las personas sin importar su edad, color de piel, identidad sexual.

Tenemos que pensar en una sociedad inclusiva, no que tolere, sino que reconozca y acepte que esa diferencia es lo que nos permite ser quienes somos.

E.C.F.: Respecto a los crímenes de odio, ¿qué podría decirnos? ¿han aumentado?

Dr. S.C.: La violencia en cuanto a la población, se ha incrementado porque es más visible. En la Ciudad de México, pueden ir dos mujeres tomadas de la mano, besarse en público, porque ocupan todos los espacios, no están reducidos a un ghetto. Entonces al ser más visibles, también son más vulnerables a ser violentados.

Conforme se dan más derechos a la población homosexual, existe una reacción por parte de los grupos conservadores de mayor ataque y las personas más visibles son el objetivo del ataque.

También existe mayor homicidio de personas transexuales porque están en mayor riesgo, por el estilo de vida, las formas de trbajo, las de sociabilidad que generalmente implican mayor anonimato.

Hay una mayor demanda de reconocimiento de todas las diversidades, de todas las personas que se identifiquen de manera diferente al modelo heterosexual/dominante.

Podría decir que la homofobia es un problema muy grave en los últimos años en toda latinoamérica.

E.C.F.: La mayoría de los partidos políticos en México, han declarado que someterán a consulta popular el matrimonio igualitario, así como la adopción homoparental. ¿Cuál es el futuro de los derechos de la comunidad LGBT?

Dr.S.C.: Los derechos son inciertos porque aún cuando puedan existir reformas a las leyes, éstas pueden ser revocadas, entonces, los derechos de las personas LGBT no se pueden decir que están garantizados plenamente, porque la ultraderecha y la incursión de estos grupos conservadores en los gobiernos del país, están teniendo un papel cada vez más relevante.

Lo mismo pasa con el aborto, los derechos de las mujeres. Son cambios que si bien se han logrado, requieren una vigilancia constante. Hay que tener mucho cuidado sobre el futuro, en el avance y no retroceso de los derechos.

E.C.F.: Hay una crítica que proviene desde las personas que componen la comunidad LGBT sobre la banalización de las Marchas del Orgullo, que surge como un movimiento que busca reivindicar los derechos de las personas, pero que ha sido cubierto por el capitalismo como una festividad cubierta de publicidad, donde ocurre algo similar que con el Día de la Mujer, donde se celebra pero se invisibiliza la lucha de años en la búsqueda de reconocimiento e igualdad. ¿Podría hablarnos acerca de esto? ¿Cómo las grandes marcas y empresas se han ivolucrado en la comunidad LGBT  y si esto ha ayudado o perjudicado a la causa?

Dr.S.C.: Hay una percepción de que las marchas actuales se han convertido en una fiesta, en un carnaval, en un espectáculo, y que es innegable que en ésto está el sector privado, pero es algo que ha estado presente desde el inicio de las protestas.

Fue el sector empresarial el que atendió primero a esta población. Se podría decir que ha tenido un papel muy importante en la visibilidad y, por qué no, en el reconocimiento de los derechos de esta población, porque hay un interés por las ganancias que genera este ‘mercado rosa’, como se le denominó.

Efectivamente, los jóvenes que no vivieron la criminalización, que no estuvieron en la cárcel por ser homosexuales, que no fueron extorsionados, no sufrieron de redadas en los espacios de socialización, pues no sienten lo que las generaciones anteriores tuvieron que sufrir con esta violencia.

Entonces si, parece que se celebra más que hacer una demanda, un carnaval más que política.

Pero yo creo que más bien van las dos cuestiones juntas. Podría pensarse en una claridad política mucho más pensada, para tener una mayor resonancia social y una respuesta positiva de la sociedad, pero también hay que tomar en cuenta que los empresarios, los mercados, siempre están en esta lucha también.

Habría que pensar en seguir una línea diferente, pero orientado en aspectos de democracia sexual, de ciudadanía y no depender del dinero de los empresarios o de ser vistos como un mercado útil para el consumo.