JUNIO 23, 2018.  La Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, llegó a acuerdo el sábado con Rusia y con otros aliados fuera del grupo para elevar la producción petrolera a partir de julio, mientras que Arabia Saudita prometió un incremento “cuantificable” del suministro, pero sin dar cifras específicas.

El viernes, la OPEP anunció un pacto que comprendía sólo al cartel pero no presentó cifras claras de producción. El referencial Brent ganó un 3,4 por ciento en la sesión a 75,55 dólares por barril.

El sábado, los productores fuera del cartel acordaron participar en el pacto pero un comunicado emitido tras las conversaciones tampoco entregó metas concretas, en un contexto de desacuerdo entre Arabia Saudita e Irán.

“Espero que la OPEP suba su producción sustancialmente”, escribió el viernes en Twitter el presidente estadounidense, Donald Trump, después de que se divulgó la decisión del bloque. “¡Necesitamos bajar los precios!”.

En el comunicado del sábado, los signatarios dijeron que elevarían el suministro al retornar a un nivel de 100 por ciento de cumplimiento de los recortes previamente acordados, tras meses de subproducción.

El ministro saudí de Energía, Khalid al-Falih, dijo que la medida de la OPEP implicaría un incremento nominal de la producción de alrededor de 1 millón de barriles de petróleo por día (bpd), o un 1 por ciento de los suministros mundiales.

Falih indicó que Arabia Saudita, el mayor exportador a nivel mundial, incrementará su bombeo en cientos de miles de barriles y que las cifras exactas se decidirían más adelante. Su par ruso, Alexander Novak, afirmó que su país aumentaría 200.000 bpd en el segundo semestre de 201.

Consultado sobre en qué medida la decisión de elevar la oferta fue influenciada por la presión de Trump, Novak contestó “es obvio que no estamos siendo conducidos por tuits sino que basamos nuestras acciones en análisis profundos del mercado”.

Disensión entre Irán y Arabia Saudita

Irán, el tercer mayor productor de la OPEP, había exigido que el grupo rechazara los llamados de Trump a subir el suministro de petróleo, con el argumento de que el mandatario estadounidense había contribuido a la reciente alza de los precios con la imposición de sanciones contra Irán y Venezuela.

Trump anunció nuevas penalidades contra Teherán en mayo y expertos prevén que la producción petrolera iraní caerá en un tercio para fines de 2018. Eso implica que el país tiene poco que ganar de un acuerdo de incremento del bombeo, a diferencia de Arabia Saudita.

El ministro de Petróleo de Irán, Bijan Zanganeh, dijo que el incremento real sería de apenas 500.000 bpd porque no se le permitiría a Arabia Saudita bombear más para cubrir el déficit de Venezuela, donde la producción se ha desplomado en los últimos meses.

Falih señaló que la OPEP podría tener un encuentro extraordinario antes de su reunión formal del 3 de diciembre o ajustar las entregas en septiembre, cuando se junta el comité de supervisión. El ministro había dicho que el mundo podría ver un déficit del suministro de hasta 1,8 millones de bpd en el segundo semestre de este año.

Tanto los saudíes como los iraníes pueden decir que ganaron”, dijo un delegado de la OPEP. “Zanganeh puede volver a su país y decir ‘yo gané’ porque vamos a mantener sin cambios el pacto original. Falih puede regresar y decir ‘podremos elevar la producción para satisfacer los requerimientos del mercado’”.

Desde el año pasado, la OPEP y sus aliados se apegaron a un acuerdo de reducción del bombeo de 1,8 millones de bpd, que apuntaló los precios del crudo a cerca de 75 dólares por barril desde los 27 dólares en los que llegó a cotizar en 2016.

Pero reducciones inesperadas de la producción en Venezuela, Libia y Angola llevaron los recortes a cerca de 2,8 millones de bpd en los últimos meses.

Con información de Forbes