TIJUANA, MARZO 22, 2021.-Para el Colegio de Abogados José Luis Molina Magaña no es momento de que los juzgados civiles regresen a laborar en el horario regular que tenían antes de la pandemia, ya que eso ocasionará aglomeraciones y una latente ola de contagios de covid-19.

 

Lo anterior lo señaló el presidente del Colegio, Lic. Abraham Montes Zavala, quien estuvo presente en la asamblea a la que convocó el Sindicato de Burócratas del Estado a las afueras de los juzgados civiles de la colonia 20 de Noviembre, en Tijuana, la mañana de este lunes 22 de marzo, donde también se dieron cita alrededor de 80 abogados.

A decir del líder del Colegio de Abogados José Luis Molina Magaña, la exigencia de los miembros del sindicato es regresar al horario de 8 de la mañana a 3 de la tarde en la atención de los juzgados civiles, tal como estaba antes de la pandemia.

Y es que al comenzar la contingencia sanitaria, explicó, se ajustaron los horarios para que una parte del personal acudiera en las mañanas y otra parte en las tardes, y de esa forma no parara la atención a la ciudadanía.

“No tienen idea de las afectaciones que provocan con esta falta de coordinación trabajadores y quienes administran el Poder Judicial. A mi punto de vista aún no es tiempo de regresar al horario regular porque la pandemia no ha terminado, y lo que menos necesitamos es hacer paros”, expuso.

El Lic. Abraham Montes consideró que el regresar al horario anterior ocasionaría aglomeraciones y posibles contagios de covid-19, lo cual se debe de evitar en beneficio del propio gremio de abogados.

“No es momento de llegar a eso y de seguir retrasando la atención porque le estamos pegando al ciudadano que está esperando su acta de divorcio, su acta para las escrituras de su casa, gente que ya esperó todo un año para resolver su problema; creo que deben sensibilizarse, no concuerdo con lo de hoy”, afirmó el dirigente.

Finalmente, el presidente del Colegio de Abogados José Luis Molina Magaña reiteró que estos paros laborales, además de afectar al ciudadano, también afectan el bolsillo de los propios litigantes al ocasionar atrasos en los procesos legales con sus clientes.