Mexicali, B.C., 14 de noviembre de 19.- Debido a la gran cantidad de casos en los que estudiantes son regresados a sus casas por no llevar uniforme, sobre todo porque se exige que tengan distintivos especiales, el diputado Julio César Vázquez Castillo propuso una reforma a la ley educativa estatal, para que no sea una condicionante.
La propuesta de reforma a la Ley de Educación del Estado de Baja California, quedará establecida como sigue:
“ARTICULO 8o.- La educación que impartan los Gobiernos Estatal, Municipal, sus organismos descentralizados y las personas físicas o morales particulares con autorización o reconocimiento de validez oficial de estudios, constituyen un servicio público, quienes tendrán prohibido negar el acceso a las escuelas, o afectar las calificaciones del alumnado por la falta de adquisición de útiles escolares, uniformes con distintivos especiales y demás objetos vinculados al proceso de enseñanza o aprendizaje”.
“El incumplimiento del párrafo anterior, será sancionado conforme al Capítulo de las Infracciones, las Sanciones y el Recurso Administrativo, previsto en esta Ley”.
No obstante que cada escuela tiene sus reglamentos internos, el propósito máximo de un lugar de estudios académicos es que los estudiantes aprendan y se preparen para su futura incorporación a la planta productiva, y en eso, nada interviene el uso o desuso de uniformes, aclaró el legislador.
También aclaró que están de acuerdo en que el uso de uniforme permite identificar a los estudiantes, y es bueno que se imponga, pero no con las condiciones que actualmente se exige, como son: una línea de determinado color en la orilla del cuello de la camisa o blusa, o bien, en la manga, o líneas de determinado color y textura al lado de los pantalones de los jóvenes, así como escudos propios de la institución.
Esas exigencias, advirtió, provocan un monopolio con determinados proveedores; pero, sobre todo, provocan que los precios se eleven considerablemente, y los efectos repercuten en el bolsillo de la economía familiar.
“Desafortunadamente, los planteles educativos han tomado medidas drásticas con los alumnos que no cuentan con los uniformes específicos, que han sido determinados por las autoridades de dicha escuela, pues por no contar con ellos, o bien, porque no cuentan con las especificaciones o detalles determinados por la escuela, a los alumnos no se les permite acceder a sus clases, o bien, se les afectan sus calificaciones, circunstancia que resulta preocupante”.
“Debemos dejar claro que, la finalidad de la impartición de la educación, no debe depender de un uniforme, o de ciertas características muy particulares del mismo, por el contrario, debemos facilitar a los niños y jóvenes, como al bolsillo de las familias, mediante la autorización de uso de uniformes sin mayor complejidad”, razonó el diputado Julio Vázquez, en su exposición de motivos para la reforma citada.
Fue reiterativo en que a los estudiantes no se les recrimine, ni afecte al niño o joven, la falta del uniforme con las características tan particulares, y citó que situaciones como esas se han dado, por ejemplo, en la Secundaria Número 61, ubicada en la Colonia Alemán, de la ciudad de Tijuana.
Después de advertir que hay casos extremos en los que niños y jóvenes dejan de estudiar, para dedicarse a un empleo y contribuir con el gasto familiar, otros, los que están cursando sus estudios, observó, son sacados por no llevar el uniforme con las características especiales que le exigen, o le merman en su calificación.
“Es imprescindible que los niños y jóvenes puedan iniciar y concluir sus estudios sin más obligación que la de asistir, aprender y aprobar los exámenes correspondientes, ya que es ahí, donde se inicia la preparación de los niños y jóvenes para que en un futuro puedan incorporarse a la vida productiva y evitar que caigan en las redes de las organizaciones criminales”, puntualizó.
Por todo lo anterior, propuso la reforma referida al Artículo 8 de la Ley de Educación del Estado, la cual fue turnada a la Comisión legislativa correspondiente.