TIJUANA, ABRIL 5, 2019.- Desde el momento de la concepción, el organismo está en continuo cambio y movimiento, por lo que el ejercicio físico en todas las etapas de la vida es primordial; si es adecuado e iniciado desde la niñez, representa gran influencia en el buen desarrollo de habilidades y destrezas, al establecer una disciplina contribuye a la formación del carácter y favorece la buena coordinación entre la mente y el cuerpo; destacó el doctor Ramón Rojo López, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número39 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tecate.

La actividad física es recomendable ampliamente en los niños, ya que se encuentran en la fase de crecimiento y desarrollo; con la sugerencia no imponer la práctica algún deporte, por el contrario, dando la oportunidad de que los menores decidan por afinidad, gusto y capacidad para poderlo practicar.

Rojo López señaló que es importante que el ejercicio se inicie con los bebés de dos a tres meses de edad, en pequeñas sesiones de cinco a quince minutos, de preferencia en un ambiente cálido, pues el bebé no controla bien su temperatura y se enfría con facilidad; el pequeño debe estar desnudo y la madre y/o el padre con ropa cómoda; es muy importante que le hablen y que ambos padres compartan esa experiencia.

Después del quinto mes se debe estimular la flexión y extensión de rodillas y codos, haciendo cierta resistencia sobre sus manos y pies, y tratar de que se sostenga.

Durante el octavo y el noveno mes empieza el gateo, por lo que se les debe estimular con objetos rodantes, pelotas de colores vistosos y de un tamaño adecuado para que los persiga; posteriormente se debe estimular la marcha, la cual debe realizar erguido. De los 18 meses a los tres años deben practicarse juegos que le permitan escalar, trepar, alcanzar objetos, desplazarse y mantener el equilibrio.

De los cuatro a los seis años se recomienda actividad física que les permita desarrollar sus cualidades para el uso adecuado de su cuerpo, a través de actividades de dinámica corporal, juegos de equilibrio y velocidad.

Entre los siete y nueve años se debe procurar actividades que combinen pelota con aros, redes, arcos, o juegos mini deportivos, como el atletismo, la natación y el karate, que deben ser siempre elegidos por los niños sin afán de una competencia formal.

Después de los diez años los niños ya desarrollaron una habilidad motora general, por lo que pueden realizar actividades deportivas que les permitan adquirir habilidades más específicas, de acuerdo con sus gustos y cualidades de fuerza o resistencia. Las actividades deportivas que se recomiendan de los 10 a los 15 años son las que se realizan en equipo, como fútbol, basquetbol, voleibol e individuales, como natación, tenis, gimnasia, karate o atletismo. Durante este periodo hay que tener cuidado con el cansancio físico y emocional, pues su rendimiento es mayor, pero la exigencia de los padres o entrenadores no debe ser excesiva.

Finalmente, el director de la UMF número 39 resaltó que es necesario vigilar a los niños que practican regularmente un deporte, respecto a una alimentación equilibrada, en la utilización del equipo de protección necesario, perfil psicológico, en cuanto a su timidez, extroversión, satisfacción personal, estrés, motivación; así como su nivel de rendimiento académico.