Por: Adolfo López | El Sol de México, OCTUBRE 2, 2018.- Aunque existan varios archivos fílmicos de ficción que retratan el movimiento estudiantil y la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre, hay una cinta que sigue siendo base para recordar este hecho. Se trata de Rojo amanecer, dirigida por Jorge Fons en 1989, y protagonizada por María Rojo y Héctor Bonilla.
Anécdotas alrededor de esta película existen muchas, desde que Valentín Trujillo salvó la producción que carecía de recursos, que los actores y parte del equipo no cobró por participar o que la edición final fue censurada por la Secretaría de Gobernación.
Rojo Amanecer nace por una necesidad de retratar la realidad
Lo cierto es que Jorge Fons recuerda que esta película nació de su necesidad como director por retratar la barbarie que se vivió ese día.
Nosotros vivimos el movimiento, y yo siento que todos queríamos decir algo del 68 porque a todos nos dolió mucho, no el movimiento en sí, ese fue muy festivo, eran protestas y gritos, pero era una fiesta al mismo tiempo Las películas fueron reveladas en secreto.
Lograr filmar Rojo amanecer no fue tan complicado como se piensa: “Como filmamos a escondidas todo fue felicidad, todos estábamos emocionados”, dice. Lo difícil fue revelar las películas, que como una cinta de suspenso, tuvo que pasar por varias dificultades por temor a que fuese secuestrada.
“No la pudimos revelar en los estudios Churubusco, tuvimos que hacerlo en un laboratorio lateral. Un tío de Valentín Trujillo era socio de ahí, entonces pudimos hacer ese trabajo en secreto. Él llevaba el material, lo revelaban y esperaba a que estuviera listo, luego, sacaba la copia de trabajo y la llevaba a su oficina, mientras el negativo lo guardaba aparte”, recuerda el cineasta.
La exhibición del filme se retrasó por una orden de Segob
“Así fueron tres semanas. Valentín se portó muy bien y fue muy inteligente; nadie se enteró porque todo se hizo en secreto y con mucho cuidado. Sólo así fue que la película pudo llegar a terminarse y entregarse después a RTC”.
Una vez que la película tomó forma llegó otro problema: la clasificación y consigo la exhibición, misma que se retrasó varios años por una orden de la Secretaría de Gobernación.Se hizo un escándalo, gracias a eso salió
“La metimos a su clasificación y es cuando la esconden. Esperamos meses para que saliera hasta que hubo un gran escándalo en la Sociedad General de Escritores de México, la Sogem: en una asamblea con periodistas, Xavier Robles (coautor del guión junto con Guadalupe Ortega) levantó la mano ‘Quiero que apoyen la salida de nuestra película’, pidió.Se hizo un escándalo y la prensa apoyó; gracias a eso salió. Así es que la película es hija de muchos que colaboraron para que fuera una realidad”, explica.
Los condicionaron, tuvieron que recortar la película
Aunque la película vio la luz, lo cierto es que el corte final fue distinto al que el cineasta había dejado en principio.
La película salió con la condición de que le hiciéramos unos cortes. Se tuvieron que hacer, con el descontento mío y de Robles. Los recortes incluían una diálogo hablando sobre el gobierno “La película salió con la condición de que le hiciéramos unos cortes. Se tuvieron que hacer, con el descontento mío y de Robles. Pero como decía Héctor Bonilla ‘lo principal ahí está”.
Esos cortes incluían algunos diálogos de Bruno Bichir hablando sobre el gobierno, y que ahora pueden verse en la versión restaurada de la cinta.
Para fortuna de Jorge Fons, el productor Valentín Trujillo había guardado en secreto una copia original de la cinta en Los Ángeles con la idea de garantizar que la película saliera.
“Esa es la buena”, dice el director, quien en esa época pudo ver el corte original gracias a una copia pirata que un amigo suyo encontró en Tepito.
El estreno fue sorpresivo
“Cuando estaba la copia en Gobernación, con la duda de cuándo iba a salir, un amigo me dijo de repente ‘Qué padre tu película’. Yo le pregunté, ‘¿Dónde la viste?’ ‘¿Cómo dónde la vi? La tengo, la compré en Tepito, ¿quieres una copia?’… Esa copia, la pirata era la copia original”, dice entre risas.
Lo cierto es que, a casi 30 años de su estreno, Rojo amanecer es una película clave para recordar la tragedia del 2 de octubre que terminó con la represión del movimiento estudiantil.
Rojo amanecer es una cinta dramática que recrea lo que sucedió el 2 y 3 de octubre desde un departamento en Tlatelolco donde una familia será testigo y víctima de la masacre que se vivió.
Bruno y Demián Bichir, así como Jorge Fegan y Eduardo Palomo fueron parte del elenco principal de filme, convertido hoy en un referente del cine mexicano.